MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha advertido este martes de que la activación del referéndum revocatorio contra su mandato no es una obligación, sino que es una opción, y ha vuelto a apelar a la "guerra económica" que se está librando contra su Gobierno.
"La oposición quiere golpe de Estado", ha aseverado el mandatario. En línea con sus declaraciones habituales, en una rueda de prensa ofrecida este martes Maduro ha insistido en que se está creando un "escenario de violencia" para poder justificar una "intervención extranjera".
"La oposición quiere golpe de Estado, intervención extranjera, y guerra económica", ha indicado, antes de explicar que la activación del referéndum revocatorio contra su mandato podía haberse activado antes.
"Nosotros no estamos obligados a hacer ningún referéndum en este país de ningún tipo y tiene su reglamento para activarse", ha añadido, según declaraciones recogidas por el diario venezolano 'El Universal'.
Este mismo domingo, el vicepresidente del país, Aristóbulo Istúriz, ha subrayado que no habrá referéndum revocatorio al presidente, argumentando que la oposición no ha cumplido los plazos.
La oposición recogió cerca de dos millones de firmas para poder iniciar el trámite del referéndum, si bien sólo se necesitaban 196.000. Después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) revisara la petición de la coalición opositora y constatara que se habían cumplido los mecanismos para arrancar el proceso, entregó a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) los documentos oficiales para recoger las firmas necesarias: el uno por ciento de los inscritos en el Registro Electoral del país.
La MUD puso en marcha la maquinaria para expulsar a Maduro del Palacio de Miraflores un día después. En su 'hoja de ruta' para expulsar a Maduro de la Jefatura del Estado, además del referéndum revocatorio, se e busca establecer una enmienda constitucional, una asamblea constituyente y una movilización popular.
Una vez completada la primera fase, la MUD tendría un máximo de tres días para recabar las rúbricas del 20 por ciento de los votantes registrados, es decir unos cuatro millones de venezolanos.
Las autoridades electorales tienen entonces 15 días para autenticar los apoyos o rechazarlos, como ya hizo en 2004 con el referéndum revocatorio que se planteó entonces contra el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
Si el CNE da su 'placet', debe convocar el referéndum en los 90 días siguientes. Para que el mandato presidencial llegue a su fin deben votar a favor un número igual o superior de electores a los que apoyaron la elección, en el caso de Maduro 7,5 millones, con una participación mínima del 25 por ciento, unos 4,8 millones.
Si la convocatoria del referéndum supera el 10 de enero de 2017, aunque los venezolanos ordenen el cese de Maduro, no habrá nuevas elecciones presidenciales, sino que el vicepresidente gobernará en funciones hasta 2019.