Maduro se reúne en el Palacio de Miraflores con los gobernadores díscolos de la oposición venezolana

MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha reunido este martes en el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, con tres de los cuatro gobernadores de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) que han accedido a jurar su cargo ante la Asamblea Constituyente, una institución que la coalición opositora no reconoce.

Maduro ha recibido a Antonio Barreto (Anzoátegui), Ramón Guevara (Mérida) y Alfredo Díaz (Nueva Esparta), tres de los cinco aspirantes de la MUD que ganaron su plaza en las elecciones regionales celebradas el pasado 15 de octubre en la nación caribeña.

El dirigente bolivariano ha calificado de "cordial" y "positivo" el encuentro, que ha durado alrededor de una hora y en el que se han tratado "temas que quieren adelantar como gobernadores", la cooperación entre el Gobierno central y los estatales y la democracia y la paz en Venezuela.

"Les he dicho a estos gobernadores que cuentan con todo mi apoyo como jefe de Estado", ha dicho Maduro, según informa el diario venezolano 'El Universal'.

Estos tres gobernadores, así como Laidy Gómez, elegida por Táchira, han desobedecido la orden de la MUD de no jurar el cargo ante la Asamblea Constituyente. Juan Pablo Guanipa, de Zulia, ha sido el único que ha acatado las instrucciones de la cúpula disidente.

El presidente había amenazado a los cinco gobernadores de la MUD con ocupar el vacío de poder si no acudían a la Asamblea Constituyente, un órgano que la oposición venezolana y la comunidad internacional consideran ilegítimo porque se ha arrogado los poderes del Estado, a excepción del Ejecutivo, que sigue en manos de Maduro.

Gómez no ha participado en el encuentro de este martes pero ha revelado en la rueda de prensa que han ofrecido para explicar su rebeldía que ha podido hablar con Maduro por teléfono para exponerle los problemas de Táchira.

Los cuatro gobernadores díscolos han abierto una nueva brecha en la MUD, sumamente debilitada a causa de las disputas internas en torno al liderazgo y a la estrategia para desahuciar a Maduro de Miraflores.