MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha reunido este martes con el nuncio apostólico Aldo Giordano, representante de la Santa Sede en el equipo de mediadores internacionales en el diálogo entre el Gobierno y la oposición, en el marco de los últimos intentos por retomar las conversaciones entre las partes.
En el Palacio de Miraflores, el encuentro entre el mandatario y Giordano se ha celebrado en presencia, además, de la ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, y la ministra para el Despacho Presidencial, Carmen Vélez.
La reunión entre Maduro y el representante del Vaticano ha tenido lugar apenas un día después de encontrarse con el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, también miembro del equipo de mediadores internacionales, en el que buscaban estudiar qué medidas llevar a cabo para que se consolide el diálogo para buscar una solución a la crisis que vive el país.
Tanto el Ejecutivo nacional como la coalición opositora se reunieron a finales de enero con el equipo de mediadores, integrado por el secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), Ernesto Samper, el 'trío de expresidentes' --entre los que se encuentra el propio Rodríguez Zapatero-- y el nuncio del Vaticano.
Sendas reuniones concluyeron con la presentación, por parte de los mediadores, de una propuesta para relanzar un diálogo que arrancó el pasado 30 de marzo en Isla Margarita pero que se ha visto continuamente interrumpido por las acusaciones, por parte de la oposición, de que el Gobierno incumple los acuerdos.
Una semana después de los encuentros, la Mesa de Unidad Democrática (MUD) anunció que la oposición daba por "cerrado" el diálogo por considerar que el Ejecutivo de Nicolás Maduro no ha cumplido con lo pactado.
Por su parte, el presidente, Nicolás Maduro, ha asegurado que la coalición opositora "no quiere ceder" en las conversaciones, a pesar de que el Gobierno sí ha cumplido con los acuerdos sellados en reuniones previas.
"Es un despropósito aberrante que la MUD diga que no quiera dialogar; es un desconocimiento a sus obligaciones como ciudadanos, como representantes públicos. Es una burla para los acompañantes internacionales y facilitadores", señaló la pasada semana el presidente.