KUALA LUMPUR 5 Sep. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Malasia ha convocado al embajador de Birmania para manifestarle su malestar por la ola de violencia registrada en el estado de Rajine, que ha provocado que cerca de 125.000 musulmanes rohingyas abandonen la región y se refugien en Bangladesh.
El ministro de Asuntos Exteriores malasio, Anifah Aman, ha afirmado que los últimos incidentes violentos demuestran que el Gobierno birmano *ha hecho "poco, si es que ha hecho algo" para encontrar una solución pacífica a los problemas que sufre la comunidad rohingya, que vive mayoritariamente en este estado del noroeste de Birmania próximo a la frontera con Bangladesh.
"Teniendo en cuenta los hechos, Malasia cree que el tema de la violencia continuada y la discriminación contra los rohingyas debería ser abordado en un foro internacional mayor", ha asegurado el jefe de la diplomacia malasia, en un comunicado.
Malasia, un país con una mayoría de población musulmana, ha sido especialmente crítico con la situación que padecen los rohingya en Birmania, que tiene mayoría de población budista. El Gobierno de Birmania mantiene que sus fuerzas de seguridad están llevando a cabo una campaña legítima en Rajine para acabar con los "terroristas" que han atacado sus puestos de control y al Ejército desde octubre.
La última ola de violencia comenzó el 25 de agosto, cuando milicianos rohingya atacaron decenas de puestos de control de la Policía y una base del Ejército, provocando una intensa contraofensiva de las fuerzas de seguridad birmanas.