MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Malaui han incinerado este miércoles casi 20.000 dosis de vacunas contra el coronavirus de la firma AstraZeneca después de que estas hayan caducado, en una medida sin precedentes en África pero que responde a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El lote destruido forma parte de las 102.000 dosis que Malaui recibió el 26 de marzo de la Unión Africana. Caducó el 13 de abril, por lo que el Gobierno ha optado por destruirlo para garantizar la transparencia del proceso de inmunización de la población y dejar claro que ningún ciudadano recibirá una vacuna en mal estado.
"Lo destruimos porque, por política del Gobierno, no se usará ningún producto caducado", ha subrayado la ministra de Sanidad, Khumbize Kandodo Chiponda, que ha encabezado el acto de incineración de estas vacunas, difundido en redes sociales por el propio Gobierno.
La OMS actualizó el lunes sus recomendaciones sobre las vacunas caducadas y, aunque inicialmente exhortó a los países a conservar las dosis mientras se estudiaba la viabilidad, finalmente consideró que "no deberían ser administradas" y que, por tanto, solo cabía su eliminación, por muy "lamentable" que pudiese ser.
Malaui, que acumula más de 34.000 casos y más de 1.100 fallecidos por COVID-19 --según datos de los Centros para la Prevención de Enfermedades (CDC) de la Unión Africana--, inició en marzo su campaña de vacunación, de la que ya se han beneficiado unas 330.000 personas. El Gobierno tiene previsto comenzar el 3 de junio con las segundas dosis.