LONDRES 18 Jun. (Reuters/EP) -
La reconstrucción de las zonas devastadas por las inundaciones de enero en Malaui podría llevar 5 años y costar más de 400 millones de dólares (más de 350 millones de euros), según ha publicado Naciones Unidas en un informe presentado este jueves.
El Gobierno declaró la mitad del país como zona de desastre después de que las lluvias torrenciales y las inundaciones desplazaran a 230.000 ciudadanos en 15 de los 28 distritos de Malaui. Cerca de medio millón de casas fueron destruidas o dañadas, de acuerdo con un informe gubernamental.
"Las inundaciones han sido una tragedia terrible y puede haber poco consuelo para aquellos que han perdido tanto; ahora es importante apoyar a las comunidades en la reconstrucción", ha manifestado la administradora del Programa de la ONU para el Desarrollo, Helen Clark, en un discurso en la capital, Lilongüe, con motivo de la presentación del informe.
Se ha estimado en 175 millones de dólares (más de 153 millones de euros) la cantidad necesaria para la reconstrucción de viviendas, 106 millones (más de 93 millones, en euros) para infraestructuras de transporte y 78 millones (algo más de 68 millones, en euros) para reemplazar los cultivos y el ganado, de acuerdo con el informe de la ONU.
El proceso de reconstrucción a corto plazo podría ser completado en un año, pero los esfuerzos a largo plazo podrían llevar hasta cinco, según ha asegurado el informe, en el que también han colaborado la Unión Europea y el Banco Mundial.
"Los esfuerzos en la recuperación no sólo deben abordar las consecuencias de las inundaciones de este año, sino también tener en cuenta otros riesgos como la sequía", ha subrayado Clark, quien ha añadido que los agricultores necesitan ayuda para alimentar a sus familias durante el próximo año.
La estación de lluvias comenzó algo tarde este año, creando así una estación de crecimiento más corta que puede afectar a las cosechas y a la recuperación de un país que depende en gran medida de la agricultura, tanto para su crecimiento económico como para la subsistencia, según ha recalcado el informe.
Malaui es uno de los países más pobres del mundo y con mayor densidad de población y cerca del 85 por ciento de sus 17,5 millones de habitantes son agricultores y viven en áreas rurales. La inversión a largo plazo en medidas para reducir el riesgo de otro desastre, como mejores sistemas de alerta y de gestión del agua, podrían minimizar el impacto de futuras inundaciones y periodos de sequía recurrente que ha sufrido el país en varias ocasiones.