Archivo - Bandera de Malí - Europa Press/Contacto/Maksim Konstantinov
MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
La junta militar de Malí ha anunciado este domingo la ruptura de sus relaciones bilaterales con el Gobierno de Ucrania después de que el portavoz del servicio militar de Inteligencia ucraniano, Andrei Yusov, admitiera la colaboración de Kiev con los rebeldes tuareg del norte de Malí que recientemente protagonizaron uno de los episodios más sangrientos del conflicto al matar a 47 militares y 84 mercenarios del grupo ruso Wagner.
"El Gobierno de transición de Malí ha tomado nota, con profundo asombro, de las declaraciones subversivas con las que Yusov (...) admitió la participación de Ucrania en un ataque cobarde, traicionero y bárbaro por parte de grupos terroristas armados que provocaron la muerte de elementos de las Fuerzas de Defensa y Seguridad de Malí en (la localidad de) Tinzauatene", reza un comunicado del portavoz y ministro de Administración Territorial del país, coronel Abdoulaye Maiga.
Según ha señalado, "estas declaraciones fueron reforzadas por el embajador de Ucrania en Senegal, Yurii Pyvovarov, quien abiertamente y sin la menor duda mostró el apoyo de su país al terrorismo internacional, particularmente en Malí". "Peor aún, en sus comentarios estos funcionarios ucranianos anunciaron otros 'resultados' por venir", ha denunciado.
Maiga ha lamentado que "estas gravísimas informaciones, que no han sido objeto de ninguna negación o condena por parte de las autoridades ucranianas, muestran un claro apoyo oficial del Gobierno ucraniano al terrorismo en África, en el Sahel y más específicamente en Malí". Así, ha subrayado que tales decisiones "violan la soberanía de Malí, van más allá del marco de la injerencia extranjera, ya de por sí reprobable, y constituyen una agresión" en "flagrante violación del Derecho Internacional, incluida la Carta de Naciones Unidas".
Bamako, que ha "condenado enérgicamente esta agresión ucraniana" frente a su "posición de neutralidad" respecto a su petición de "solución pacífica" hacia la "crisis que enfrenta a Rusia con Ucrania", ha apoyado al "diagnóstico" de Moscú que "alerta al mundo desde hace años sobre el carácter neonazi y villano de las autoridades ucranianas, hoy aliadas del terrorismo internacional, y lejos de las aspiraciones de paz y estabilidad del pueblo ucraniano".
Además de anunciar la ruptura de las relaciones diplomáticas, alegando que el destino de estas "está confiado a marionetas que confunden la escena internacional", las autoridad malienses han remitido a las autoridades competentes las declaraciones de Yusov y Pyvovarov, al considerar que "constituyen actos de terrorismo y apología del terrorismo".
También han comunicado que tomarán "las medidas necesarias para evitar cualquier desestabilización de Malí por parte de los Estados africanos, en particular de las Embajadas de Ucrania instaladas en la región, con terroristas disfrazados de diplomáticos". Asimismo, ha realizado una "alerta formal" a los organismos regionales e internacionales para advertirles de que "este país ha mostrado abierta y públicamente su apoyo al terrorismo".
"Malí considera el apoyo de Ucrania como apoyo al terrorismo internacional. Pide la responsabilidad de la comunidad internacional ante la decisión deliberada de Ucrania de apoyar el terrorismo en un contexto global en el que existe unanimidad sobre el imperativo de combatir este flagelo. Y solicita en particular a los pueblos africanos amantes de la paz que denuncien estas acciones subversivas que amenazan la estabilidad del continente africano", ha manifestado.
El portavoz militar ha asegurado que "esta agresión mantenida por Ucrania es parte de un patrón más amplio de ciertos actores que apoyan y explotan activamente a grupos terroristas armados, aliados con grupos rebeldes, con fines hegemónicos y neocoloniales y para romper la dinámica de emancipación, reconquista de la soberanía y desarrollo socioeconómico iniciado por la Confederación de Estados del Sahel (AES), en referencia a la alianza de las juntas militares de Malí con Burkina Faso y Níger.
Es por ello que considera que "los actos de agresión, lejos de lograr su objetivo, por el contrario refuerzan el compromiso y la determinación" de estas tres juntas de "continuar con su marcha decidida hacia el fortalecimiento de su soberanía y la toma de control de su destino. Mientras, ha reiterado su agradecimiento a sus aliados que han mostrado "su solidaridad ante los ataques terroristas, perpetrados con la asistencia de patrocinadores extranjeros".
A finales de julio, un convoy del Ejército de Malí y los mercenarios de Wagner sufrió una emboscada por rebeldes independentistas del Marco Estratégico Permanente para la Paz, la Seguridad y el Desarrollo (CSP-PSD) en Tinzauatene, en el norte del país y cerca de la frontera con Argelia.
Apenas dos días después del ataque, Yusov sugirió durante una emisión en un canal de televisión local que sus servicios estaban colaborando con los rebeldes, indicando que habían "recibido información útil, y no solo la que les permitió llevar a cabo una operación militar con éxito contra los criminales de guerra rusos", sin dar más detalles.