MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de transición de Malí han afirmado que presentarán las "pruebas" con las que cuenta sobre el presunto papel de Francia a la hora de apoyar a grupos terroristas que operan en el país africano, unas acusaciones rechazadas en agosto por París.
"Hemos presentado una denuncia con pruebas de apoyo. Todos los casos de violaciones han sido bien documentados", ha dicho el portavoz del Gobierno, Abdoulaye Maiga, quien ha agregado que "se presentarán otras pruebas (...) tras la sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU".
"No son cosas aceptables si queremos asegurar la sostenibilidad del mecanismo de seguridad colectiva. Es muy importante que nos brinde la oportunidad de presentar las pruebas que incriminan a Francia", ha resaltado Maiga, quien es además primer ministro interino, tal y como ha recogido el diario maliense 'Le Pays'.
Así, ha cargado contra Francia por su papel en la crisis en el país africano, antes de señalar que Malí "siempre ha dicho que hace la diferencia entre las autoridades y el pueblo francés, al que respeta enormemente". "Estas autoridades son culpables de muchas cosas, principalmente de violaciones intempestivas del espacio aéreo maliense. No creo que haya una sola aeronave que haya violado el espacio aéreo francés", ha resaltado.
Asimismo, ha acusado a Francia de "abandonar en pleno vuelo" a las autoridades malienses al "poner fin a una cooperación en defensa" que dejó a Bamako "sin plan", en medio de un deterioro de la seguridad a causa del aumento de los ataques por parte de grupos yihadistas durante los últimos años.
Malí denunció en agosto que las tropas francesas desplegadas en el país habían colaborado con grupos terroristas, tras lo que París pidió no distraerse ante la "multiplicación de las manipulaciones de información" sobre su presencia en el país africano, finalizada días antes.
Los gobiernos de Francia y el resto de los países europeos que participan y colaboran con la operación 'Barkhane' y la Fuerza Takuba, además de Canadá, anunciaron en febrero la retirada de sus fuerzas de Malí, donde estaban desplegadas para ayudar a Bamako en la lucha contra el yihadismo, en medio de las tensiones con la junta militar.
Las relaciones se deterioraron por el anuncio de la junta de alargar el proceso de transición a entre cuatro y cinco años y de aplazar las elecciones previstas para febrero, en medio de los cruces de acusaciones entre París y Bamako sobre los esfuerzos en materia antiterrorista y el despliegue de mercenarios del Grupo Wagner.
El país ha venido registrando en los últimos meses un número creciente de ataques yihadistas obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual ha hecho además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.