Los 'cascos azules' se retiraron a finales de 2023 y aún estaba en marcha la salida de personal civil y la entrega y evacuación de equipamiento
MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), obligada a poner fin a sus operaciones por orden de la junta militar que gobierna el país desde 2020, completará la última fase de su retirada de personal a mediados de noviembre, según han indicado las autoridades del país africano.
El proceso de retirada de la MINUSMA --que inició operaciones en el país en 2013-- concluyó el 31 de diciembre de 2023, en línea con la resolución 2690, aprobada en medio del deterioro de las relaciones entre Bamako y sus aliados occidentales, principalmente Francia, y Naciones Unidas.
El Consejo de Ministros maliense ha recordado que, tras el fin de dicha etapa, arrancó "la fase de liquidación" de la misión, destinada a entregar a las autoridades o sacar del país el equipamiento que quedaba sobre el terreno, así como la salida del país del personal civil y la transferencia a la junta del control de una instalación en Bamako.
"La liquidación, que inicialmente iba a durar un periodo de 18 meses, debía concluir el 31 de diciembre de 2024. Gracias a los esfuerzos del Gobierno, estaba fase terminará el 15 de noviembre de 2024", ha señalado, según un comunicado publicado por la Presidencia de Malí a través de su cuenta en la red social Facebook.
La MINUSMA registró 180 muertos entre sus filas, lo que la convierte en la misión de paz de la ONU más afectada por los enfrentamientos en los últimos años. En total, se estima que unos 15.000 soldados y policías de múltiples países estaban desplegados en el país como parte del contingente.
Sin embargo, la junta militar se mostró cada vez más crítica con las actividades de la misión y su eficacia en la lucha contra el terrorismo, motivo por el que, junto con el aumento de las tensiones por las prórrogas del periodo de transición abierto tras los golpes de Estado de 2020 y 2021, acabó por ordenar su retirada.
La resolución de repliegue fue finalmente aprobada en junio de 2023 por el Consejo de Seguridad de la ONU, después de una ruptura definitiva tras un informe publicado por el organismo sobre la matanza de más de 500 personas en marzo de 2022 en la ciudad de Moura, en el que se apuntó al Ejército como principal sospechoso.