HELSINKI, 18 Sep. (Reuters/EP) -
Más de 30.000 personas se han manifestado este viernes en Helsinki (Finlandia) para protestar contra los planes del Gobierno de recortar los derechos laborales de trabajadores públicos y más de 300.000 han secundado una huelga que han paralizado los servicios ferroviarios, portuarios y la industria papelera en todo el país.
Las calles de los alrededores de la plaza donde ha tenido lugar la manifestación --la mayor en Finlandia desde 1991--, han permanecido tranquilas, ya que muchos de los trabajadores han optado por quedarse en casa debido a que el transporte público no ha funcionado con motivo de la huelga.
"La economía no va bien, pero no se recuperará a la fuerza, requiere cooperación", ha afirmado el líder del opositor Partido Socialdemócrata y exlíder de la patronal, Annti Rinne, en un discurso ante la multitud. "Podéis estar seguro de que la lluvia, el viento y las tormentas continuarán, si se mantiene esta línea", ha añadido dirigiéndose al Gobierno.
Los manifestantes, la mayoría activistas sindicales, han sostenido que los recortes son injustos en sectores donde los salarios ya son bajos. Asimismo, han mostrado su enfado porque el Ejecutivo ha impulsado la medida de forma unilateral.
"En mis tiempos, otros sectores consiguieron aumentos salariales mientras que a los empleados públicos se les dieron más vacaciones. No se pueden quitar las vacaciones de esta manera", ha afirmado Maija, una mujer que trabaja en una guardería pública.
La Confederación de Industrias Finlandesas estimó que solo la huelga de este viernes ha costado 100 millones de euros a la economía del país. "Todo el mundo debería entender que en el futuro, no podemos permitirnos este tipo de pérdidas. Ha perjudicado tanto a las empresas como a los empleados", ha asegurado el director ejecutivo de EK, Ilkka Oksala.
El Ejecutivo de centro-derecha, que se enfrenta a una economía estancada, anunció la semana pasada sus planes de recortar a los trabajadores el pago de las horas extras, las vacaciones y las prestaciones por enfermedad, asunto tradicionalmente acordado de forma exclusiva entre los sindicatos de trabajadores y las organizaciones.
EQUILIBRAR LAS FINANZAS PÚBLICAS
Los recortes son parte de un plan a largo plazo del primer ministro finlandés, Juha Sipila, para ahorrar 10.000 millones de euros hasta 2030, con el fin de equilibrar las finanzas públicas del país. La decisión se ha tomado después de que las conversaciones con los sindicatos fracasaran dos veces desde que Sipila tomó el poder en mayo.
Esta semana, el primer ministro ha dado un discurso de la nación poco frecuente, instando a los ciudadanos a que encuentren un "espíritu común de la reforma" para garantizar el estado de bienestar y crear más empleos, en lugar de permitir huelgas que obstaculicen la economía ya golpeada por los grandes recortes de personal en Nokia, un antiguo motor de crecimiento nacional.
El país de solo 5,5 millones de personas ha experimentado un descenso de su competitividad desde 2007 en relación con Alemania, el resto de la zona euro y Suecia, debido a que los costes laborales han subido a pesar del pobre rendimiento económico.