KAMPALA, 5 May. (Reuters/EP) -
La Policía de Uganda ha arrestado a 18 manifestantes que estaban protestando tras la reelección de Yoweri Musevini aunque, lejos de las cifras oficiales, la oposición ha denunciado que las detenciones llegan al centenar y que la Policía ha usado munición real contra los manifestantes.
Algunos testigos han afirmado que se ha usado gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes en la capital, Kampala, donde la Policía ha informado sobre la detención de 18 personas por "desobedecer órdenes" al asistir a manifestaciones desautorizadas.
Ha habido muchas tensiones en el país desde que Museveni ganó las elecciones presidenciales de febrero con un 60 por ciento de los votos, añadiendo cinco años más a la suma de 30 años a la cabeza del Gobierno. La toma de posesión será el próximo 12 de mayo.
El líder de la oposición, Kizza Besigye, que obtuvo un 35 por ciento de los votos, ha denunciado que las elecciones han sido amañadas y supervisores de la Unión Europea han declarado que se han celebrado en un ambiente intimidatorio además de que el consejo electoral presentaba falta de independencia y transparencia. Por su parte, miembros del Gobierno ugandés han asegurado que los comicios se celebraron de una manera libre y justa.
Ingrid Turinawe, una miembro del Foro por el Cambio Democrático (FCD), el partido del carismático opositor Besigye y que hizo el llamamiento a manifestarse tras el resultado electoral, ha denunciado que el número de detenidos es mucho mayor que la cifra oficial dada por la Policía. "Todavía estamos juntando la información, pero son decenas, cerca de cien personas", ha asegurado. "La respuesta por parte del Estado ha sido brutal, todo el mundo que intentó manifestarse ha sido arrestado", ha añadido, declarando que la Policía usó munición real en algunas zonas para acallar a los manifestantes.
El portavoz de la Policía, Patrick Onyango, lo ha negado, alegando que la Policía usó una "fuerza mínima".
El FDC, por otro lado, ha asegurado que Besigye, quien ya ha perdido cuatro elecciones frente a Museveni, ha estado bajo arresto domiciliario desde las votaciones.
El Gobierno ugandés ha declarado este jueves también que prohibirá la retransmisión en directo, por televisión o por radio, de cualquier tipo de manifestación. Por ello, Human Rights Watch ha acusado al Gobierno de atentar contra la libertad de expresión. "Los medios de comunicación deberían informar de manera justa y precisa, pero no se les puede pedir que estén de acuerdo con el Gobierno siempre", ha declarado Maria Burnet, una investigadora de la ONG neoyorquina.
Aunque reconocen los logros de Museveni de haber llevado la estabilidad a Uganda después de años de dictaduras como la de Idi Amin, los críticos ahora le acusan de corrupción y de acallar a la disidencia, además de que se empieza a comportar como los dictadores a los que derrocó.
Musevini, por su parte ha reconocido que la corrupción es un problema en el país, pero ha asegurado que su Gobierno está trabajando duro para vencerla.