MADRID 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Quince manifestantes antifascistas que fueron detenidos el 30 de septiembre en Grecia por un enfrentamiento con seguidores del partido neonazi Amanecer Dorado han denunciado este martes que, durante su reclusión en la Dirección General de la Policía en Atenas, han sufrido torturas y humillaciones como las registradas en la prisión iraquí de Abú Ghraib, ha informado el diario británico 'The Guardian'.
Otros 25 manifestantes que fueron detenidos un día después cuando protestaban por el arresto de los quince primeros también han denunciado que fueron golpeados y que les obligaron a desnudarse y a arrodillarse ante los agentes de la Policía en ese mismo edificio.
En declaraciones al diario británico, varios de los manifestantes detenidos el 30 de septiembre han asegurado que fueron abofeteados y golpeados por un mando policial mientras otros cinco agentes observaban la agresión, recibieron escupitajos y fueron "utilizados como ceniceros" porque "apestaban". Además, les obligaron a mantenerse despiertos toda la noche colocándoles linternas y punteros laser apuntándoles a los ojos.
Algunos de los arrestados han afirmado que les causaron quemaduras en su cuerpo con mecheros y que los agentes les grabaron con sus teléfonos móviles y les amenazaron con difundir esas imágenes por Internet y facilitarles sus datos a los miembros de Amanecer Dorado.
El partido Amanecer Dorado se hizo famoso tras las últimas elecciones parlamentarias, celebradas en junio de 2012 y en las que logró hacerse con 18 escaños en el Parlamento. En la actualidad, está situado como tercera fuerza política tras los conservadores de Nueva Democracia y el partido de izquierdas Syriza.
'The Guardian' informó en septiembre de que agentes de la Policía griega habían recomendado a víctimas de delito que pidieran ayuda a los miembros de Amanecer Dorado, por lo que se sintieron presionados para hacer donaciones a la formación neonazi.
Una de las dos manifestantes que han denunciado torturas policiales ha asegurado que los agentes le dedicaron insultos de tipo sexual explícitos y le cogieron de la cabellera cuando se negó a ser grabada. La manifestante ha denunciado que les privaron de agua durante su arresto y que no pudieron acceder a sus abogados hasta pasadas 19 ahoras. "Estábamos tan sedientos que bebimos agua de los váteres", ha explicado.