KIEV 27 Ene. (Reuters/EP) -
Los manifestantes ucranianos heridos por los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad están evitando acudir a los hospitales de Kiev para no ser arrestados, por lo que están sometiéndose a operaciones en clínicas improvisadas dirigidas por médicos voluntarios.
Varios vídeos han mostrado como la Policía ha realizado redadas en las salas de urgencias de los hospitales de la capital para arrestar a los manifestantes heridos. Los colectivos de protesta han denunciado la detención de 30 a 40 manifestantes mientras estaban en el hospital, aunque han asegurado que la cifra real es mucho mayor.
"Cuando trabajaba en urgencias, había que informar sobre cualquier herida causada por violencia", ha explicado el antiguo trabajador de urgencias Aleksander Pivovarov. "La gente lo sabe y prefieren recibir tratamiento en las calles a ir a la cárcel", ha asegurado en declaraciones a Reuters.
Ante la situación del país, una delegación de la Unión Europea que ha viajado a Ucrania ha mostrado su preocupación por el "deterioro" de los Derechos Humanos en el país. "Los arrestos a heridos frente a las clínicas no pueden ser aceptados bajo ninguna circunstancia", ha advertido mediante un comunicado.
Piovarov, que tiene varios amigos trabajando en urgencias, ha asegurado que los médicos de los hospitales tienen miedo de perder su trabajo si se enfrentan a las autoridades para evitar las detenciones. Además ha indicado que "no todo el mundo está de acuerdo con los manifestantes".
Los médicos y enfermeros voluntarios, entre los que se encuentra Pivovarov, están repartidos en dos puntos cercanos al epicentro de las protestas. Uniformados con cascos en los que se ve una cruz roja, trabajan cerca de las barricadas para ofrecer primeros auxilios a los manifestantes heridos.
"LAS HERIDAS HAN IDO A PEOR"
El voluntario ha explicado que las heridas han ido "a mucho peor" con el recrudecimiento de los enfrentamientos entre policía y manifestantes. "Solíamos tratar resfriados e hipotermia, ahora veo cosas directamente de zona de guerra. Heridas superficiales, quemaduras, metralla en un ojo e incluso algunas amputaciones", ha asegurado.
Los manifestantes han acusado a la Policía de apuntarles deliberadamente a la cabeza con las pistolas de pelotas de goma, herir a los médicos y manipular granadas aturdidoras para convertirlas en armas letales. Los médicos voluntarios han indicado que alrededor de la mitad de sus pacientes tienen heridas en la cabeza y en la cara.
Por su parte, oficiales de Policía han resultado heridos en las manos por el lanzamiento por parte de activistas de piedras y cócteles molotov, desde barricadas hechas con neumáticos en llamas. El primer ministro ucraniano, Mikola Azarov, aseguró la semana pasada que los manifestantes eran "criminales que deberán responder por sus acciones".
Uno de las clínicas médicas improvisadas está situada en la Biblioteca Parlamentaria Nacional de Ucrania, a unos metros de las principales zonas de enfrentamientos. En ella, las estanterías han sido llenadas con medicinas e instrumental donado por ciudadanos.
"No es mucho, pero es todo lo que tenemos", ha explicado el doctor Oleg Musii, coordinador del servicio médico de Euromaidan, como ha sido denominado, y presidente de la Asociación Médica Ucraniana. "La gente viene aquí porque no tiene a dónde ir", ha asegurado.