Los actos delictivos no están amparados por el derecho a la libertad de expresión, según Erdogan
ESTANBUL, 1 Abr. (Reuters/EP) -
Cientos de personas, entre los que se incluyen miembros de la oposición, se han manifestado este viernes ante los tribunales para protestar contra el proceso abierto contra dos periodistas turcos, que se enfrentan a sendas cadenas perpetuas por un presunto delito de espionaje.
Los dos periodistas, Can Dundar y Erdem Gul, trabajadores del diario 'Cumhuriyet', están acusados de intentar derrocar al Gobierno por publicar imágenes de un cargamento de armas enviado a Siria en camiones de la Agencia Nacional de Inteligencia turca (MIT). El caso ha despertado la condena de la comunidad internacional, que critica las violaciones del derecho a la libertad de expresión en Turquía. De hecho, el juicio se inició hace una semana a puerta cerrada con la presencia del presidente, Recep Tayyip Erdogan, como querellante, un movimiento que según la oposición socava la independencia judicial.
"El presidente se ha personalizado directamente en el proceso legal, como demandante y a través de sus reiteradas intervenciones públicas. El sistema judicial turco no es lo suficientemente fuerte como para omitir el dominio de su presidente", ha explicado el abogado defensor de los dos periodistas, Muharrem Ozay.
Erdogan ha afirmado que el periódico ha intentado debilitar la posición global de Turquía y ha jurado que Dundar "pagará un alto precio". No obstante, el presidente ha reconocido que los camiones, que fueron detenidos por la Gendarmería y agentes fronterizos en la frontera con Siria, pertenecían a la MIT y ha confirmado que estos transportaban armas para los turcomanos. Los milicianos turcomanos combaten tanto a las tropas del presidente sirio, Bashar al Assad, como a la organización terrorista Estado Islámico.
Uno de los miembros de la oposición que protestaba a las afueras del tribunal, Ali Seker, ha afirmado que tanto él como sus colegas están intentando ejercer su derecho legal a observar el caso y ha trasladado su preocupación por la posibilidad de que ambos periodistas sean nuevamente arrestados. Sin embargo, el tribunal ha rechazado las peticiones de la oposición, según han informado los letrados. Durante la manifestación los opositores coreaban: "No puedes silenciar la libertad de prensa", "codo con codo contra el fascismo".
Dundar y Gul estuvieron 92 días en prisión, la mitad de ellos en confinamiento solitario, antes de que el Tribunal Constitucional dictaminara hace un mes su puesta en libertad, al considerar infundados los cargos presentados para su detención. La decisión fue criticada por el presidente turco.
PREOCUPACIÓN INTERNACIONAL
Turquía está lidiando con el proceso judicial, al tiempo que intenta lavar su imagen frente a la comunidad internacional, pues la Unión Europea, Estados Unidos y grupos para la defensa de los Derechos Humanos le acusan de acabar con la prensa más incisiva.
Este jueves, se produjeron altercados en Washington entre la seguridad de Erdogan y algunos manifestantes estadounidenses que coreaban consignas y agitaban pancartas frente al 'think tank' Brookings Institution, donde el presidente turco estaba pronunciando un discurso.
"El líder turco y su equipo de seguridad son invitados en Estados Unidos", ha explicado el presidente de la Asociación de Prensa Nacional, Thomas Burr. "No tienen derecho a poner sus manos encima de los periodistas, manifestantes o sobre cualquier otro por estos hechos. Erdogan no debería exportar estos abusos", ha añadido.
En su discurso en Brookings, Erdogan advirtió de que continuaría demandando a aquellos detractores que le insultaran en Turquía, mientras que en una entrevista para la CNN, el presidente rechazó "estar en guerra" con la prensa. "¿Crees que el espionaje responde a la libertad de expresión o a las libertades que se toma la prensa?", ha subrayado.
Dundar ha explicado que utilizaría el proceso judicial para volver a centrar la atención en la historia que le ha hecho sentarse en el banquillo, identificándose como un testigo y no como acusado.
Por su parte, Erdogan ha explicado que la Fiscalía no tiene capacidad para emitir una orden de registro de los camiones del MIT y ha añadido que, en todo caso, estos forman parte de un "estado paralelo" dirigido por su adversario, el influyente clérigo turco Fethulá Gulen. Tanto la Fiscalía como Gulen han rechazado las acusaciones del Gobierno.