MADRID, 1 Abr. (EDIZIONES) - 2014 ha sido un año de datos encontrados en lo que a la pena de muerte se refiere. Por un lado, ha habido un descenso del 20 por ciento en el número de personas ejecutadas, pero por otro ha habido un fuerte incremento en el número de personas que han sido condenadas a la pena capital en todo el mundo por distintos delitos. Así se recoge en el último informe publicado este miércoles por Amnistía Internacional sobre la pena de muerte a nivel mundial, en el que la ONG ha hecho especial hincapié en el "alarmante aumento" de las condenas a muerte por el uso creciente de algunos países a la pena capital para combatir la delincuencia y el terrorismo. A continuación repasamos los datos más destacados de este informe: Amnistía Internacional ha podido documentar 607 ejecuciones en un total de 22 países, lo que supone casi un 22 por ciento menos que en 2013, cuando hubo 778 ejecuciones en el mismo número de países. No obstante, esta cifra no incluye los ejecutados en China, país en el que el asunto es secreto de Estado y por tanto no hace públicos los datos de personas ejecutadas. Según Amnistía, el total sería superior a la cifra mundial de ejecutados. Actualmente hay 58 países retencionistas pero en 2014 solo en 22 se llevaron a cabo ejecuciones, lo que supone aproximadamente uno de cada diez países del mundo y la mitad de los 41 países que la aplicaron en 1995. Por contra, hay 140 países que han abolido la pena capital por ley o en la práctica. En concreto, hay 98 países que la han abolido por completo; otros 7 que la han abolido solo para delitos ordinarios; y 35 que la han abolido en la práctica. En 2014, siete países que llevaron a cabo ejecuciones en 2013 no ejecutaron a nadie (Bangladesh, Botsuana, Indonesia, India, Kuwait, Nigeria y Sudán del Sur), pero hubo otros siete países que reanudaron las ejecuciones tras un lapso (Bielorrusia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Guinea Ecuatorial, Jordania, Pakistán y Singapur). Como comentábamos, China es el país que más personas condena a muerte y ejecuta, aunque no hay datos precisos. En cuanto a los países de los que Amnistía sí tiene cifras, el 'top ten' lo componen: - Irán (Más de 289) - Arabia Saudí (Más de 90) - Irak (más de 61) - Estados Unidos (35) - Sudán (más de 23) - Yemen (más de 22) - Egipto (más de 15) - Somalia (más de 14) - Jordania (11) - Guinea Ecuatorial (9) En 2014 hubo al menos 2.466 condenas a muerte en 55 países, frente a las 1.925 condenas dictadas en 57 países en 2013. Este aumento vino motivado por el cambio en Egipto (509 condenas frente a las 109 del año anterior) y Nigeria (659 frente a 141). En total, según las estimaciones de Amnistía a finales de 2014 había 19.094 personas en el corredor de la muerte en todo el mundo. En función de la legislación, cada países recurre a un método distinto para ajusticiar a los condenados a muerte. Así, se usa la decapitación (Arabia Saudí), la horca (Afganistán, Bangladesh, Egipto, Irán, Irak, Japón, Jordania, Malasia, Pakistán, Palestina, Singapur y Sudán); la inyección letal (China, Estados Unidos y Vietnam) y el pelotón de fusilamiento (Bielorrusia, China, Guinea Ecuatorial, Corea del Norte, Palestina, Arabia Saudí, Somalia, Taiwán, Emiratos Árabes Unidos y Yemen). Amnistía ha indicado que, como en años anteriores, no hay información de ejecuciones judiciales por lapidación, si bien en Emiratos una mujer fue condenada a esta pena por cometer adulterio mientras estaba casada. Por otra parte, en Arabia Saudí e Irán se llevan a cabo ejecuciones públicas. En este último país, además, al menos 14 personas fueron ejecutadas por delitos que cometieron presuntamente cuando eran menores de edad. También ha constatado casos de condenados con discapacidades mentales o intelectuales. En general la pena capital se suele aplicar a los llamados "delitos más graves" como estipula el Artículo 6 del Pacto Internacional Sobre Derechos Civiles y Políticos (ICCPR), pero Amnistía ha documentado casos en los que esto no ocurre. Así, se ha impuesto la pena capital por delitos relacionados con drogas en países como China, Indonesia, Irán, Malasia, Arabia Saudí, Singapur, Sri Lanka, Tailandia, Emiratos y Vietnam. También se ha condenado a muerte por delitos económicos como la corrupción (China, Corea del Norte y Vietnam); robo armado (República Democrática del Congo)); cometer adulterio estando casado (Emiratos); violación con resultado de muerte (Afganistán); violación por violadores reincidentes (India); violación (Arabia Saudí y Emiratos); secuestro (Arabia Saudí); tortura (Arabia Saudí); "insultar al profeta del islam" (Irán); blasfemia (Pakistán); "brujería" y "hechicería" (Arabia Saudí). Igualmente se ha castigado con la pena de muerte por "traición", "actos contra la seguridad nacional", "colaboración" con una entidad extranjera, "espionaje", participación en "un movimiento insurreccional y terrorismo" y otros "crímenes contra el Estado", aunque no hayan motivado pérdida de vidas humanas, el países como Líbano, Corea del Norte, Palestina, Qatar y Arabia Saudí.