MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Rayan Aourram, el pequeño de cinco años que permanecía atrapado desde el pasado martes en un pozo en un pueblo de la provincia de Chefchaouen, en el norte de Marruecos, ha sido enterrado este lunes después de que en la noche del sábado se confirmara su muerte tras más de cien horas de intenso y mediático rescate.
El entierro ha tenido lugar en la comuna de Tamorot, una ceremonia en la que además de la familia también han asistido vecinos de la localidad y autoridades tanto de la provincia como de las regiones vecinas, cuenta la agencia marroquí de noticias MAP.
La situación del pequeño ha copado la atención mediática marroquí, así como de otros países árabes, contando además con un amplio seguimiento en otros muchos países. Rayan se precipitó por un pozo de 32 metros propiedad de su familia la noche del pasado martes. A pesar de los intentos por sacarle con vida, a últimas horas del sábado se confirmó su fallecimiento.
Tras un primer intento fallido de rescate a través del pozo por el que cayó se optó por perforar una cavidad paralela para poder llegar hasta él. El viernes se informó de que la cámara introducida en el pozo detectó movimiento, por lo que se cree que Rayan seguía vivo. Su cuerpo fue enviado al Hospital Militar de Rabat donde se le realizó una autopsia de la que se no ha facilitado más detalles.
A lo largo de estos últimos días varias han sido las personalidades que han mostrado su interés por el pequeño y su familia, como el presidente francés, Emmanuel Macron, quien envío sus condolencias tras la muerte, o el Papa Francisco, que ha elogiado a Marruecos por sus esfuerzos por rescatar al pequeño.
A nivel local, el rey Mohamed VI habló por teléfono con los padres del niño para expresarles personalmente "su más sentido pésame y su más sincera compasión".