MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Marruecos, Naser Burita, ha defendido en una reunión con el enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, que la solución al prolongado conflicto pasa "exclusivamente" por el plan de autonomía que el rey Mohamed VI presentó en 2007, descartando por tanto la posible autodeterminación reclamada desde el Frente Polisario.
De Mistura ha recalado en Rabat dentro de una visita a la zona que ha incluido también paradas en El Aaiún y Dajla y de la ONU apenas ha ofrecido información. En su escala en Rabat, ha escuchado de boca de Burita que las autoridades marroquíes no contemplan cesión alguna en lo que siguen describiendo como "el Sáhara marroquí".
"La delegación marroquí ha recordado las constantes de la posición de Marruecos", reza la nota difundida por el Ministerio de Exteriores, en las que se avisa de que cualquier posible "solución política" no puede poner en peligro "la soberanía nacional y la integridad territorial del Reino".
Según Rabat, De Mistura aspira a "relanzar" el proceso de diálogo con la participación de Marruecos, Argelia, Mauritania y el Polisario y, con este objetivo, se habría reunido con autoridades locales y representantes de la sociedad civil en El Aaiún y Dajla. En estos encuentros, habría podido escuchar explicaciones sobre los avances económicos y sociales y "la dinámica política y democrática", indica Exteriores en su nota.
El secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, ha acusado en cambio a las autoridades marroquíes de perpetrar graves violaciones de los Derechos Humanos coincidiendo con la visita de De Mistura, al tiempo que ha vuelto a reclamar que se den pasos para descolonizar el territorio para permitir la "autodeterminación e independencia" del pueblo saharaui.
El viaje a la zona del enviado especial de la ONU coincide con otro paralelo del responsable del Departamento de Estado de Estados Unidos para temas del norte de África, Joshua Harris, que también se vio el jueves con Burita. Para Washington, el plan de autonomía marroquí es sólo un "potencial enfoque" para resolver el conflicto.