Marsella se convierte en el epicentro de la revuelta social

Actualizado: lunes, 18 octubre 2010 21:56

MARSELLA (FRANCIA), 18 (Reuters/EP)

Las escenas de acumulación de basuras, las largas colas en las gasolineras desabastecidas y los petroleros varados apenas a unas millas del puerto han convertido a Marsella en el epicentro de las protestas contra el proyecto de reforma de las pensiones que pretende elevar la edad mínima de jubilación.

La huelga de los estibadores y de los trabajadores de las refinerías, que dura ya tres semanas, es la principal causa del desabastecimiento de combustible en las gasolineras, lo que ha obligado ya a las autoridades a recurrir a las reservas de emergencia. La huelga afecta también a otros sectores clave como el ferroviario, el postal, el de la recogida de basuras y el educativo, a lo que hay que sumar las masivas manifestaciones.

"La CGT está matando el puerto de Marsella", clamaba este lunes el alcalde de la ciudad, Jean-Claude Gaudin, perteneciente a la Unión por un Movimiento Popular (UMP) del presidente Nicolas Sarkozy, impulsor del proyecto de ley para reformar la normativa de las pensiones.

Todo comenzó hace tres semanas, cuando los estibadores del puerto de descarga de petróleo de Fos-Lavares iniciaron una huelga en contra de la privatización de las operaciones de descarga y contra la pérdida de algunos de sus derechos.

En un primer momento, los gestores del puerto se burlaron de los trabajadores publicando un anuncio en el diario 'Les Echos' en el que prometían "el mejor trabajo del mundo": salario mensual de 4.000 euros, 18 horas semanales de trabajo y la garantía de un empleo de por vida.

Los estibadores respondieron bloqueando el puerto, principal vía de entrada para el crudo de cuatro grandes refinerías, lo que ha provocado que decenas de petroleros y buques mercantes hayan quedado varados en el Mediterráneo sin poder desembarcar sus cargamentos.

La escasez de combustible ha afectado a esta ciudad de 850.000 habitantes mucho antes que a otras poblaciones de Francia y ha provocado las colas más largas del país en las gasolineras, ya que los trabajadores de las refinerías también anunciaron una huelga en protesta por la intención del Gobierno de incrementar de 60 a 62 la edad mínima de jubilación y la edad mínima para recibir pensión completa de 65 a 67 años.

Por último, la ciudad vive las consecuencias de la huelga de los trabajadores del servicio de recogida de basuras, lo que ha provocado ya la aparición de olores desagradables en algunas zonas. Una huelga parecida se tradujo el año pasado en unas 7.000 toneladas de basura apiladas en las calles.