ROMA, 6 Mar. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
El número total de personas que sufren desnutrición aguda en el mundo ha superado en 2016 los 100 millones de personas y continuará aumentando si a la asistencia humanitaria no se le suma apoyo a largo plazo para la agricultura, según ha advertido este lunes un alto cargo de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y al Agricultura (FAO).
Dominique Burgeon, director de la división de emergencias de la FAO, ha explicado que los últimos estudios aseguran que alrededor de 102 millones de personas sufrieron desnutrición aguda -- lo que implica que se encuentran al borde de la inanición-- en 2016, lo que supone un aumento de casi un 30 por ciento en comparación con los registros de 2015.
La subida se debe principalmente a la intensificación de las crisis humanitarias en Yemen, Sudán del Sur, Nigeria y Somalia, donde los conflictos armados y las sequías han dejado a millones de personas sin medios de vida y sin acceso a alimentos.
"La asistencia humanitaria ha mantenido a muchísima gente con vida hasta la fecha, pero la situación de inseguridad alimentaria ha continuado deteriorándose", ha explicado Burgeon durante una entrevista con Thomson Reuters Foundation.
El director de emergencias de la FAO ha explicado que se necesita más inversión para ayudar a los afectados a volver a valerse por sí mismos mediante la reactivación de la agricultura y la ganadería. "Vamos allí con aviones, les damos comida y conseguimos que sigan con vida un poco más, pero no invertimos lo suficiente para que vuelvan a tener una vida", ha dicho. "Sí, evitamos que caigan en la hamburna, pero no somos capaces de alejarles para siempre del peligro, de la inseguridad alimentaria", ha añadido.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), advirtió el pasado mes de enero de que más de 20 millones de personas -- una cantidad prácticamente equivalente a la mitad de la población española -- se encuentran en riesgo de muerte por inanición durante los próximos seis meses.
La violencia en Yemen, el noreste de Nigeria y en Sudán del Sur ha dejado tras de sí millones de familias sin medios de vida y unos niveles de inflación dramáticos. Por otro lado, la sequía que asuela el este de África ha arruinado el sector agrícola de la región.
La ONU declaró el estado de hambruna el pasado mes de febrero en varias partes de Sudán del Sur, que lleva sufriendo las consecuencias de una guerra civil desde 2013.
NIGERIA
El noreste de Nigeria, una de las zonas con mayor capacidad agrícola del país africano, lleva siete años padeciendo la violencia del grupo terrorista Boko Haram, que ha provocado el desplazamiento de casi dos millones de nigerianos y miles de muertes.
Burgeon ha explicado que la FAO apenas ha conseguido un tercio de los 20 millones de dólares que pidió para proporcionar asistencia a los desplazados internos que hay en el norte de Nigeria. "Si no apoyas a los que quieren volver a la zona para cultivarla, entonces tienes que asumir que tendrás que proporcionar asistencia humanitaria durante muchísimo tiempo, lo que es imposible", ha señalado.