Más de 1.000 manifestantes en RDC acusan a Kabila de aferrarse al poder

Actualizado: martes, 15 septiembre 2015 20:12


KINSHASA, 15 Sep. (Reuters) -

Más de 1.000 personas se han manifestado este martes en las calles de la capital de República Democrática del Congo (RDC), Kinshasa, denunciando los presuntos planes del presidente, Joseph Kabila, de aferrarse al poder, el cual está obligado a abandonar por la Constitución, cuando termine su mandato en 2016.

La multitud se ha reunido en el barrio de N'djili de Kinshasa ondeando banderas de los partidos de la oposición y sosteniendo carteles en los que se podía leer "el respeto a la Constitución no es negociable" y "el mandato de Kabila termina el 19 de diciembre de 2016".

La manifestación, que ha sido convocada por varios partidos importantes de la oposición, entre los que se incluye el Movimiento para la Liberación del Congo y la Unión para la Nación Congoleña, se ha llevado a cabo con motivo de la apertura del Parlamento para su sesión de otoño.

"Necesitamos que se respete la Constitución", ha afirmado un seguidor del partido opositor Unión para la Nación Congoleña, Bienvenu Seffu. "Es un país para todos los congoleños, no solo para un hombre", ha añadido. "Necesitamos que este grupo mafioso y maquiavélico se vaya", ha aseverado un empresario, Apollinaire Lubamba.

La protesta, que ha sido autorizada por el gobernador de Kinshasa, Andre Kimbuta, se ha desarrollado de forma pacífica. Unas decenas de agentes de Policía se han sentado en un restaurante cercano, observando a los manifestantes.

Ha sido la primera manifestación antigubernamental importante desde la que tuvo lugar en Kinshasa y en otras ciudades del país en enero, en la cual murieron al menos 40 personas que protestaban contra una revisión del código electoral. Según los expertos, esta revisión era un pretexto para retrasar las elecciones presidenciales. No obstante, el Parlamento descartó la enmienda que se presentó.

RETRASAR LAS ELECCIONES

La oposición asegura que el apretado calendario electoral, con más de una decena de elecciones locales, provinciales y nacionales en los próximos 14 meses, es el último argumento de Kabila para retrasar los comicios presidenciales. El Tribunal Constitucional ordenó la semana pasada a la Comisión Electoral que revisase el calendario, asegurando que las limitaciones presupuestarias y políticas lo han hecho insostenible.

Los principales partidos de la coalición de Kabila le advirtieron el lunes, a través de una carta, de que las acciones de sus aliados han dado la impresión de que intenta violar la Constitución manteniéndose en el poder.

El presidente se ha negado a comentar públicamente su futuro político, aunque un portavoz ha asegurado que pretende respetar la Carta Magna. Kabila, de 44 años, tomó el poder en 2001 cuando su padre fue asesinado y ganó unas polémicas elecciones en 2006 y 2011.

La oposición también alertó de que dicha infracción supondría un riesgo para desestabilizar el país, donde las guerras entre 1996 y 2003 se cobraron millones de vidas, la mayoría a causa del hambre y las enfermedades.

El principal partido de la oposición, la Unión para la Democracia y el Progreso Social, interrumpió las conversaciones con los representantes de Kabila el domingo con el fin de allanar el camino para un diálogo nacional, pero esta formación no ha pedido que sus seguidores salgan a la calle.