MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Más de 140 personas están compareciendo ante la Fiscalía Militar de la ciudad congoleña de Goma, en la región de Kivu Norte, en el marco de la investigación sobre las más de 40 muertes durante una manifestación celebrada la semana pasada contra Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales.
Los acusados, que tienen edades comprendidas entre los 16 y los 50 años, son miembros de un grupo armado local místico-religioso, conocido como Wazalendo (patriotas, en francés). Todos ellos fueron detenidos a partir del pasado miércoles, 30 de agosto, incluido el pastor Ephraim Bisimwa, que es el líder de la secta.
Estos, que habían anunciado una protesta no autorizada para exigir la salida de la misión de la ONU en República Democrática del Congo (RDC), de la Fuerza de África Oriental y de las ONG internacionales, están siendo procesados por conspiración para delinquir y participación en un movimiento insurreccional.
Un miembro del equipo legal, en declaraciones bajo anonimato a la emisora Radio France International, ha recordado que la salida de la MONUSCO "preocupa a todo el pueblo congoleño" y ha denunciado la "sangrienta represión ejercida contra la secta".
"Demostraremos que estos jóvenes no son drogadictos ni alborotadores", ha asegurado el abogado, haciendo referencia a declaraciones de las autoridades regionales, que habían sostenido que los miembros de Wazalendo eran "manipulados, drogados y comprados con billetes para sembrar inseguridad".
Horas antes, el ministro del Interior de RDC, Peter Kazadi, indicó que entre los arrestados están el comandante de la Brigada e la Guardia Republicana y el comandante del regimiento de las Fuerzas Armadas en Goma, por la pesquisa que analiza la represión durante la marcha.
En este sentido, Kazadi ha solicitado a los familiares de las víctimas y de los desaparecidos durante la represión de las protestas que se presenten ante el aparato judicial para constituirse como parte civil del proceso, en el que están previstos reuniones con actores de la sociedad civil y cualquiera que quiera presentarse a prestar declaración.
El presidente congoleño, Félix Tshisekedi, ordenó el viernes al Gobierno crear una comisión interministerial de investigación para dilucidar las responsabilidades por la represión violenta de esta protesta, que se saldó con al menos 43 muertos y decenas de heridos, si bien algunos balances apuntan a un balance de fallecidos aún más elevado.
Kinshasa considera que los asistentes a la manifestación "socavaron el orden público", al tiempo que denunció que "provocaron la muerte por lapidación de un miembro de la Policía", acción que desembocó en la intervención de los agentes "para restablecer la paz y la serenidad en la ciudad".
El este de RDC ha sido escenario durante los últimos años de varias protestas contra los 'cascos azules' de la MONUSCO, en medio de un aumento de los llamamientos a favor de su salida a causa del continuo deterioro de la seguridad en la zona, donde operan decenas de grupos armados, incluida la rama del grupo yihadista Estado Islámico.