"Cuando declaramos el estado de hambruna, eso significa que ya se han perdido muchas vidas", subraya el economista jefe del PMA
GINEBRA, 16 Feb. (Reuters/EP) -
Más de 20 millones de personas --casi la mitad de la población española-- corren el riesgo de morir de hambre en los próximos seis meses debido a la terrible inseguridad alimentaria que sufren Yemen, Nigeria, Sudán del Sur y el este de África, según ha alertado este jueves Arif Hussain, economista jefe del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Los conflictos armados en Yemen, Nigeria y Sudán del Sur han acabado con los medios de subsistencia de millones de familias y ha provocado una dramática subida de los precios de los alimentos. La agricultura en el este de África, por otra parte, sufre la consecuencias de una de las sequías más graves en la región de los últimos años, intensificada por el paso de 'El Niño' el año pasado.
"En mis 15 años con el PMA, esta es la primera vez que tengo que hablar de hambruna en cuatro lugares del mundo al mismo tiempo", ha explicado Hussain en una entrevista con la agencia de noticias Reuters.
"Es casi demasiado abrumador pensar en que en pleno siglo XXI, todavía hay gente que sufre hambruna a este nivel. Estamos hablando de 20 millones de personas en los próximos seis meses o incluso ahora. Yemen está ocurriendo ahora, igual que Nigeria y Sudán del Sur", ha añadido.
"Si miro los indicadores que hay en Somalia, donde los precios de los alimentos son extremadamente altos y los sueldos de los agricultores cada vez son más bajos, está claro que la hambruna se va a producir muy rápido", ha señalado Hussain.
La comunidad humanitaria internacional ya tiene grandes dificultades para hacer frente a la crisis migratoria que está teniendo lugar en Oriente Próximo y Europa, la guerra en Siria, Irak y Afganistán y las crisis en países como Ucrania, Burundi, Libia y Zimbabue.
"Luego tienes lugares como República Democrática de Congo, la República Centroafricana, Burundi, Malí y Níger, donde la gente sufre inseguridad alimentaria crónica... pero es que simplemente no hay suficientes recursos para hacer frente a todo", ha señalado.
En los últimos años, los fondos destinados a asistencia humanitaria han alcanzado niveles récord. No obstante, la demanda es más grande que nunca, lo que intensifica el déficit de financiación que sufren las agencias humanitarias. "En el noroeste de Nigeria estamos alimentando a más de un millón de personas y hace unos meses no teníamos ni una mísera oficina en el país", ha apuntado el economista jefe del PMA.
Según ha señalado Hussain, todavía existe la posibilidad de que la sequía en Somalia no tenga consecuencias tan graves como las que se han estimado. No obstante, en la capital del país, Mogadiscio, los precios de los alimentos han aumentado en más de un 25 por ciento desde principios de enero.
DEMASIADO TARDE
En 2011, Somalia sufrió una hambruna que provocó la muerte de más de 260.000 personas. La hambruna, el nivel más alto de inseguridad alimentaria, se declaró en julio, cuando la mayor parte de las víctimas ya habían perecido por falta de alimentos en el mes de mayo. "Cuando declaramos el estado de hambruna, eso significa que ya se han perdido muchas vidas", ha apuntado Hussain. "Si tenemos que esperar para estar seguros, la gente muere", ha añadido.
No obstante, la hambruna de 2011 estuvo seguida de intensas precipitaciones, que provocaron una muy buena temporada para la agricultura del país, lo que permitió cierta recuperación. Este año, la sequía en Somalia está teniendo lugar después de más de un año sin temporada de lluvias.
En Yemen y Sudán del Sur, la crisis económica es tal que la población no puede comprar la poca comida que hay disponible en los comercios debido a la inflación. Los precios en Sudán del Sur se han cuadriplicado en tan sólo un año. Los yemeníes llevan meses sin recibir sus salarios debido a la guerra, por lo que se ven forzados a vender sus escasos bienes para comer.
"Estuve en Yemen hace un par de meses. Hay comida en los mercados. Pero la gente no tiene dinero, en especial la gente que vive en las ciudad, que son un tercio de la población", ha explicado Hussain. "Una vez que ya han perdido sus recursos económicos, resulta casi imposible para ellos recuperarse, lo que perpetúa la pobreza a largo plazo", ha apuntado.
En Nigeria, en el estado de Borno, millones de personas han tenido que huir de sus casas para evitar la violencia del grupo terrorista Boko Haram. Los desplazados internos de Nigeria carecen de acceso a alimentos y han perdido todos sus bienes, por lo que dependen completamente de la asistencia alimentaria que reciben desde el extranjero.
"Sobreviven como pueden en los campos, a la intemperie, con temperaturas de más de 50 grados en cabañas de barro, con cocinas comunales, sin agua corriente y con una comida al día", ha contado el economista jefe. "Y parece que no hay ningún final cerca para estas crisis", ha concluido.