MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Más de 200 africanos han quedado atrapados en la frontera entre Costa Rica y Panamá, después de ser trasladados por las autoridades ticas en cuatro autobuses oficiales al puesto migratorio en Paso Canoas.
El Gobierno costarricense pretende entregarlos a Panamá al considerar que ingresaron por este país. Sin embargo, Panamá no permite su ingreso, por lo que han quedado en un limbo.
El director del Servicio Nacional de Migración panameño, Javier Carrillo, se ha quejado de que el Gobierno de Costa Rica intentara trasladarlos a su territorio, dejándolos en la frontera de ambos países, sin ninguna coordinación.
Los migrantes trataban de entrar a Nicaragua en su camino hacia Estados Unidos. Sin embargo, las autoridades nicaragüenses no permiten esa clase de tránsito, según informa el diario costarricense 'La Nación'.
Entre tanto, el cruce fronterizo entre Costa Rica y Panamá se mantiene cercado con oficiales de Fuerza Pública, la Unidad de Intervención Policial, la Policía de Migración y la Policía de Fronteras costarricenses, mientras que Panamá ha desplegado sus unidades de antimotines para cercar también el ingreso a ese país.