MINSK, 19 Sep. (DPA/EP) -
Más de 300 personas han sido detenidas este sábado durante una manifestación de mujeres para protestar contra el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en Minsk, según activistas de Derechos Humanos.
En concreto, el Centro de Derechos Humanos Viasna ha publicado en su web los nombres de 314 mujeres arrestadas, spring96.org. Es el doble de la cifra de detenidas de la manifestación del pasado sábado, cuando hombres de uniforme enmascarados cargaron violentamente contra las manifestantes pacíficas por primera vez.
Los policías adviertieron como cada vez que la oposición ha salido a la calle de que la protesta no estaba autorizada. Después los uniformados amenazaron con hacer uso de la fuerza y finalmente cargaron ante la declarada intención de las manifestantes de permanecer en el lugar.
"¡Qué vergüenza!", han gritado las manifestantes en el mercado de Komarovski mientras los policías se llevaban a las detenidas en furgones. Entre las arrestadas está Nina Baginskaya, de 73 años, una de las activistas más veteranas.
"¡No olvidaremos! ¡No perdonaremos!", han coreado mientras pedían que sea Lukashenko el que sea llevado detenido en un furgón. Los conductores que pasaban cerca hacían mientras sonar sus bocinas en solidaridad con las manifestantes.
La protesta de este sábado estaba convocada bajo el lema Marcha de Mujeres Solidaridad. Durante la protesta se ha exhibido de nuevo la bandera blanca y roja oficial entre 1991 y 1995 convertida en símbolo de la oposición.
La convocatoria de mujeres se repite cada sábado en Minsk, pero también en otras ciudades del país, bajo el llamamiento de la organización Girl Power Belarus, que publica sus convocatorias en Telegram.
La líder opositora Sevetlana Tijanovskaya, autoexiliada, ha invitado a sus compatriotas a seguir manifestándose este domingo en la denominada Marcha de la Justicia. "Cada semana os demostráis a vosotros mismos y al mundo que el pueblo bielorruso es una fuerza", ha asegurado.
Bielorrusia vive inmersa en una grave crisis desde que comenzaron las masivas manifestaciones de protesta por el supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales del 9 de agosto. El régimen que preside Alexander Lukashenko se ha visto obligado a pedir el apoyo de Rusia para superar la coyuntura y ha intensificado la persecución de manifestantes, opositores y periodistas en las últimas semanas.