MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado de que durante la última semana se ha multiplicado por diez el número de inmigrantes y refugiados varados en los bosques de la ciudad griega de Idomeni, situada en la frontera helena con Macedonia por los férreos controles de las fuerzas especiales y de la policía macedonia.
MSF calcula que más de 2.000 personas que se dirigían hacia el norte de Europa se han quedado bloqueadas en Idomeni. Según apunta, la mayoría de las personas atendidas están huyendo de la guerra y la violencia en Siria, Afganistán e Irak. Algunos de los desplazados se encuentran en situación de especial vulnerabilidad dado que se trata de personas mayores o con discapacidad, mujeres embarazadas y niños menores de cinco años. Muchos viven en condiciones precarias, en el monte o en la estación de tren, y carecen de refugio, alimentos o acceso a instalaciones de higiene.
"La situación empeorará si más personas se quedan bloqueadas en la zona porque no hay servicios básicos y la gente tiene miedo de lo que le vaya a suceder. Muchos se ven obligados a asumir grandes riesgos con el fin de evitar ser descubiertos", ha asegurado Antonis Rigas, coordinador del proyecto de MSF en Idomeni.
"Es absurdo cómo personas que huyen de la guerra y la violencia se vean forzadas a arriesgar sus vidas para alcanzar la seguridad en países que tienen la capacidad de garantizar su protección", ha añadido la ONG francesa.
Médicos Sin Fronteras (MSF) facilita, desde abril, consultas médicas, apoyo psicológico y artículos de primera necesidad. En las próximas fechas, MSF reforzará sus actividades en la zona con el despliegue de un equipo móvil adicional.
Equipos médicos móviles de MSF visitan la zona cinco días a la semana durante los que realizan consultas médicas, proporcionan apoyo psicológico y distribuyen artículos de primera necesidad como mantas, barras energéticas y jabón. Durante la última semana, MSF ha llevado a cabo un promedio de 85 consultas diarias. La organización médico-humanitaria también ha instalado dos puntos de agua.
"Muchas de estas personas han sufrido episodios traumáticos en sus países de origen y han tenido que soportar un viaje agotador y peligroso", explica Aggela Boletsi, psicóloga de MSF, alertando de que los episodios se potencian por el estricto trato que les dan los agentes fronterizos macedonios. MSF ha tratado a pacientes que presentaban magulladuras y que afirmaban haber sido golpeados por funcionarios de frontera.