MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 2.500 civiles han perdido la vida durante los primeros nueve meses del año en Afganistán como consecuencia de incidentes violentos, según un balance de la misión de la ONU en el país asiático (UNAMA) que alerta de un drástico incremento en el número de víctimas atribuibles a las fuerzas del Gobierno.
En concreto, al menos 2.562 civiles murieron y otros 5.835 resultaron heridos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2016. La cifra representa un descenso de apenas el 1 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, lo que pone de manifiesto la persistencia de la violencia.
Los grupos contrarios al Gobierno, como por ejemplo los talibán, han sido responsabilizados del 61 por ciento de las víctimas civiles, mientras que las fuerzas del Ejecutivo o afines a él han causado el 23 por ciento. A este último bloque se la atribuyen 623 muertos y 1.274 heridos, un 42 por ciento más víctimas que el año pasado.
El máximo responsable de la UNAMA, Tadamichi Yamamoto, ha advertido de la "necesidad urgente" de que el Gobierno aplique una serie de protocolos para impedir víctimas civiles. La misión de la ONU recuerda que la mayoría de estos casos se deben al uso de armamento indirecto y explosivo y a ataques aéreos.
"El aumento de los enfrentamientos en zonas densamente pobladas obliga a que todas las partes tomen medidas inmediatas y adopten todas las precauciones", ha insistido Yamamoto en un comunicado.
Los combates entre las partes siguen siendo el principal motivo de muertos o heridos entre la población (un 39 por ciento), seguido de los atentados suicidas o complejos (20 por ciento) y del estallido de artefactos improvisados (18 por ciento).
NIÑOS
La UNAMA ha mostrado su especial preocupación por el constante incremento de las víctimas infantiles, ya que no han dejado de aumentar desde 2013. En los primeros meses de 2016, la misión internacional ha documentado 2.461 víctimas: 639 fallecidos y 1.822 heridos, un 15 por ciento más que en el mismo periodo de 2015.
Los combates terrestres han causado más de la mitad de las víctimas, aunque el responsable de Derechos Humanos de la UNAMA, Danielle Bell, ha alertado de que "el 84 por ciento" de los muertos o heridos por la explosión de artefactos abandonados son niños.