MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
Más de 260 civiles, en su mayoría mujeres y niños, perdieron la vida como consecuencia de la ola de ataques rebeldes perpetrada en noviembre y diciembre en el este de República Democrática del Congo (RDC), según una evaluación independiente encargada por Naciones Unidas.
Los expertos han examinado las circunstancias de los ataques ocurridos en Beni, capital de la provincia de Kivu Norte, y en la zona de Mambasa, en la vecina región de Ituri, y que derivaron en protestas contra las autoridades y la misión de la ONU (MONUSCO) y asaltos a equipos de lucha contra el ébola.
"El gran número de víctimas civiles fue uno de los principales desencadenantes de manifestaciones violentas conta la MONUSCO en Kivu Norte, entre ellas la destrucción y saqueo de una oficina de la misión en Beni el 25 de noviembre", reza el informe, que confirma que la mayoría de los ataques rebeldes tuvieron lugar de noche.
La actividad de las ADF, explican los expertos, deriva igualmente de la "gran ofensiva" lanzada por las Fuerzas Armadas congoleñas a finales de octubre. "Desde 2014, las ADF han respondido de forma sistemática atacando a civiles para frustrar las operaciones militares contra ellas", añaden.
El grupo exhorta a Naciones Unidas y a las autoridades congoleñas a desarrollar una estrategia conjunta en materia de seguridad, con un llamamiento adicional para que se redoble la fuerza de intervención de la MONUSCO para hacer frente a la "amenaza no convencional" que representan las ADF, especialmente en un contexto crítico como el actual.
La zona este de República Democrática del Congo es el epicentro de un brote de ébola que ya ha dejado más de 3.400 enfermos, de los cuales más de 2.200 han perdido la vida, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).