MADRID 6 May. (EUROPA PRESS) -
El número de desplazados internos en el mundo ha alcanzado la cifra récord de 38 millones, después de un dramático año en el que, cada día, unas 30.000 personas han tenido que abandonar sus hogares para escapar de conflictos armados o de situaciones de violencia.
El estudio anual que elabora el Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés), que forma parte del Consejo Noruego para los Refugiados, alerta de un 2014 negro en cuanto al número de desplazados internos.
El informe, elaborado a partir de datos de ONG y agencias de la ONU, recoge que 11 millones abandonaron sus casas el año pasado a consecuencia de situaciones de conflicto, si bien la comparativa interanual arroja una subida global de 4,7 millones.
Seis de cada diez nuevos desplazamientos corresponden Sudán, Siria, República Democrática del Congo, Nigeria e Irak, siendo este último país el que más casos ha registrado durante el año pasado --2,2 millones--. En el caso de Siria, al menos el 40 por ciento de la población vive desplazada.
Europa tampoco ha permanecido ajena y, por primera vez en más de una década, ha sufrido un desplazamiento forzado masivo. La guerra del este de Ucrania ha empujado fuera de sus hogares a más de 645.000 personas, según un comunicado conjunto del IDMC y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
LLAMADA DE ATENCIÓN
El secretario general del Consejo Noruego para Refugiados, Jan Egeland, ha advertido de que "se trata de las peores cifras de desplazamiento forzado en una generación y demuestran nuestro completo fracaso en la protección de civiles inocentes". El informe, ha añadido, "debe ser una rotunda llamada de atención".
Egeland ha lamentado que diplomáticos, organismos internacionales y conversaciones de paz hayan "perdido la batalla" frente a "hombres armados despiadados que están guiados por intereses políticos o religiosos en lugar de imperativos humanos".
El director del IDMC, Alfredo Zamudio, ha denunciado cómo las "nuevas crisis" han sumado a miles de personas a la "masa global de población que ya se encontraba desplazada" y que se arriesgan a entrar "en un círculo vicioso del que se hace cada vez más difícil escapar".
"Mientras más tiempo dure un conflicto, más inseguros se sentirán y, cuando les invada la desesperación, muchos cruzarán fronteras y se convertirán en refugiados", ha apuntado el directivo de ACNUR Volker Türk, que ha avisado de los efectos colaterales de la violencia.
"Como hemos podido comprobar recientemente, en el Mediterráneo, la desesperación lleva a miles de personas a correr riesgos e incluso a embarcarse en peligrosos viajes por mar", ha apostillado.