Centro para desplazados desde Líbano a las afueras de Damasco, Siria - Europa Press/Contacto/Ammar Safarjalani
MADRID 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 400.000 personas han escapado de Líbano y cruzado la frontera hacia Siria para huir de la escalada de la violencia en suelo libanés, donde las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han incrementado drásticamente sus ataques estas últimas semanas para hacer frente a la amenaza que representa el partido-milicia Hezbolá.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que unas 405.000 personas han llegado a territorio sirio desde el 24 de septiembre, en su mayoría mujeres y niños. Un 70 por ciento han sido identificados como ciudadanos de Siria, muchos de ellos refugiados que previamente habían salido de su país para escapar de la guerra.
Naciones Unidas ha advertido de que estos desplazados tienen necesidades humanitarias "urgentes", ya que en su mayoría carecen de los bienes más básicos, incluso de un refugio donde guarecerse. Parte de estas personas recala en centros habilitados a nivel local o están siendo acogidos por comunidades.
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) también comparte esta preocupación, ya que como recuerda su directora regional, Angelita Caredda, "Siria está al límite después de 13 años por conflicto" y la ayuda actual no alcanza ante el "desplazamiento masivo" derivado de la escalada en el país vecino.
"Es una crisis dentro de múltiples crisis", ha lamentado, en un comunicado en el que ha señalado que miles de personas cruzan la frontera a pie y transportando apenas unos pocos enseres. Este flujo masivo, además, ha comenzado a dejar ya una subida en los precios de los alimentos básicos o del alquiler de viviendas.
"Ya no podemos ver la situación en Oriente Próximo como una serie de conflictos aislados y crisis de desplazamientos. El fracaso político amenaza con desestabilizar toda la región y condenar a millones de personas a una catástrofe", ha lamentado Caredda.