MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Más de 45.700 iraquíes han abandonado el oeste de la ciudad iraquí de Mosul en los últimos nueve días ante el avance de las tropas del Ejército de Irak contra esta parte de la ciudad, el gran reducto de Estado Islámico en el país, según las últimas estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Se trata de unas 7.000 familias que, desde el 25 de febrero, se han marchado del oeste de la ciudad para evitar caer bajo el fuego de los enfrentamientos o ser empleadas como escudos humanos por los milicianos yihadistas que aguardan la entrada de los militares iraquíes por múltiples frentes, como acabará ocurriendo tarde o temprano.
En total y desde el pasado 17 de octubre, inicio de las operaciones, un total de 206.000 personas, unas 34.000 familias, han abandonado Mosul, según los datos de la sección iraquí de la OIM.
El ritmo de salida se ha intensificado en los últimos días, según han constatado medios kurdos próximos a la batalla. Unas 6.000 personas, por ejemplo, han llegado en las últimas 48 horas al campo de refugiados de Sewdinan, en el Kurdistán, de acuerdo con la agencia de noticias kurda Rudaw.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el oeste de Mosul todavía quedan 750.000 residentes atrapados por los combates, y que podrían acabar formando parte del éxodo masivo que temen todas las agencias humanitarias internacionales una vez la batalla alcance su punto más cruento.
De momento, las fuerzas del Ejército de Irak han iniciado este domingo una ofensiva en el centro de la ciudad con la intención de arrinconar aún más a los yihadistas, según ha anunciado este domingo un portavoz militar iraquí.
Si culmina con éxito la ofensiva sobre el centro, las tropas iraquíes podrían iniciar un asalto sobre el oeste, la zona de mayor densidad de población de la ciudad, a través de múltiples frentes después de que en los últimos tres días hayan afianzado sus posiciones en varios barrios al sur del reducto occidental yihadista.