MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 70 niños han muerto ahogados intentando llegar a Grecia desde la muerte del pequeño Aylan Kurdi hace casi dos meses, entre ellos siete niños el pasado miércoles por la noche, según ha hecho saber la ONG Save the Children, que advierte de que el número podría seguir creciendo ya que miles de refugiados y migrantes siguen emprendiendo este peligroso viaje durante el invierno.
La ONG advierte de que "el tiempo en invierno hace que cruzar el mar sea aún más peligroso, los niños suelen llegar empapados y temblando de frío cuando llegan a la playa, lo que aumenta el riesgo de hipotermia debido a la falta de refugio adecuado en los campos de tránsito".
El personal de Save the Children ha comprobado cómo los niños llegan "tiritando, con las manos y los labios morados y algunos han requerido además tratamiento en el hospital".
UNA CUARTA PARTE, NIÑOS
Entre enero y octubre de 2015 ha llegado más de medio millón de personas a las islas griegas, lo que supone un incremento del 1.370 % respecto a todo 2014. Cada día llegan cerca de 8.000 personas a Grecia y el 23% de ellas son niños, que a menudo no saben nadar y no llevan los chalecos adecuados.
A quienes consiguen llegar a las islas, les esperan muchos peligros en los campamentos, donde de algunos los más pequeños se ven separados de sus padres en el caótico proceso de registro. Muchos niños han explicado a los profesionales de Save the Children que no pueden dormir por las noches porque no tienen ni refugio ni la ropa adecuada para protegerse del frío. Además, las previsiones señalan que, a medida que se acerque el invierno, habrá temperaturas bajo cero.
"Aunque el trayecto entre Turquía y Grecia es corto, el agua es muy peligrosa y puede provocar más muertes. Necesitamos rutas seguras para los refugiados que quieren llegar a Europa, para evitar que la gente muera en el camino", explica Kate O'Sullivan, personal de Save the Children en Lesvos.
"Para las familias que llegan a Lesvos y otras islas, el gobierno y las organizaciones como Save the Children estamos proporcionando la ayuda que podemos, pero hay miles de nuevas llegadas cada día y no hay sitio suficiente para todo el mundo. He visto a niños durmiendo en el barro tapados con cartones y algunos con los labios y las manos moradas. La situación empeorará a medida que avance el invierno", añade O' Sullivan.