MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 80 militares de la junta que gobierna Birmania desde el golpe de Estado de febrero de 2021 se han fugado de una prisión situada en Lashio, la capital del estado de Shan, en el noreste del país, la cual es gestionada por el grupo rebelde Ejército de la Alianza Democrática Nacional (MNDAA, por sus siglas en inglés).
Los soldados, prisioneros de guerra en el marco del conflicto armado abierto entre la junta y grupos rebeldes, lograron huir junto a dos sargentos del Ejército, tal y como ha informado el portal de noticias birmano Irrawaddy.
"Escalaron el muro de la prisión a media noche. Utilizaron teléfonos desde el interior para contactar con gente en el exterior. Creo que lograron escapar porque el personal de la alianza no conocía el procedimiento a seguir y no supieron manejar bien la seguridad", ha explicado una fuente cercana al asunto.
En este sentido, ha explicado que la fuga se ha visto facilitada gracias a que el sistema de seguridad de la cárcel había sufrido graves daños en el marco de enfrentamientos registrados en al zona con anterioridad.
A pesar de los sucedido, la normalidad se ha restablecido en Lashio, donde en un primer momento los comercios se vieron obligados a cerrar temporalmente sus puertas. No obstante, los residentes han expresado el temor a que se produzcan ataques por parte de los efectivos de la junta.
La alianza ha detenido recientemente a una veintena de personas acusadas de ser informantes de la junta y ha interrogado a los dueños de varios comercios de la zona. Tras hacerse con el control de la capital del estado, los rebeldes entregaron a más un millar de efectivos de la junta y familiares de soldados, pero mantuvieron a varios altos cargos bajo arresto.