MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
A pesar de las inclemencias del mar y del invierno, en las primeras seis semanas de 2016 llegaron más refugiados a Europa que durante los cuatro primeros meses de 2015, en total más de 80.000 inmigrantes. Sin embargo, durante ese mismo periodo se han restringido las medidas de asilo en el continente, ha lamentado el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que insta a una "respuesta europea efectiva e integral".
A razón de un naufragio diario, cerca de 2.000 personas se echan cada día a la mar, arriesgando sus vidas y las de sus hijos, para tratar de llegar a Europa, ha señalado ACNUR. Los refugiados, de mayoría siria, afgana e iraquí, se concentran en las costas de Grecia huyendo de los conflictos de sus países de origen. Uno de cada tres inmigrantes que llegan a las costas helenas son niños, mientras que en septiembre este colectivo representaba el 10 por ciento de las llegadas.
Según la organización internacional, "estabilizar la situación es esencial, y así lo está pidiendo la sociedad". Con un saldo de 400 muertos, para ACNUR la solución pasa por garantizar a los refugiados el acceso seguro al territorio para poder solicitar asilo, "sin poner sus vidas en manos de traficantes y emprender peligrosas travesías por mar".
"Las soluciones a la situación de Europa no es que sean claramente posibles, si no que ya han sido acordadas por los estados", ha afirmado la agencia de la ONU en un comunicado. En este sentido, ACNUR espera que los estados miembro de la Unión Europea agilicen la aplicación de todas las medidas acordadas en 2015, entre ellas los procesos de reubicación de los 160.000 refugiados que arribaron a las costas griegas e italianas.
Asimismo, se deben establecer vías tales como más plazas de reasentamiento y admisión humanitaria, la reunificación familiar, el patrocinio privado y los visados de estudios o trabajo para solicitantes de asilo, ha añadido la organización.
LA RESPUESTA DE EUROPA
Lamentablemente, las políticas europeas sobre asilo y control fronterizo, desarrolladas en las seis primeras semanas del año, sugieren que algunos países están priorizando el mantener a los refugiados e inmigrantes fuera de sus fronteras antes que encontrar soluciones realistas, ha denunciado ACNUR.
"Los anuncios recientes y continuos sobre medidas de ámbito nacional encaminadas a hacer los países menos atractivos que los vecinos, solo subrayan la urgente necesidad de una respuesta europea efectiva e integral", ha apostillado.
Durante el mes de enero, el Parlamento danés aprobó normas restrictivas para la reunificación familiar en el país, que permiten a los refugiados solicitar esta medida después de tres años, frente al año que se requería previamente. Además, Dinamarca ha instaurado políticas para incautar dinero y objetos de valor a los solicitantes de asilo, y así costear su manutención. Pero estas medidas, "tienen el efecto de expandir el miedo y la discriminación".
Alimentados por campañas de xenofobia y la propaganda del miedo, las familias de refugiados, así como sus hogares y lugares de oración, están siendo blanco de delitos de odio, desde ataques físicos, vandalismo, o incendios, hasta incidentes aún más siniestros, como el que sufrió una mezquita, a cuyos muros se arrojó sangre y en cuya puerta se dejó la cabeza de un cerdo.
Para ACNUR resulta "crucial" contar con mecanismos de integración de refugiados en los principales países receptores, entre los que se incluyen Alemania y Suecia, para "ayudar a disipar el miedo y la xenofobia y reinstaurar los principios europeos comunes de dignidad, solidaridad y Derechos Humanos sobre los que se cimienta la Unión Europea".