KINSHASA, 31 Jul. (Reuters/EP) -
Al menos 128 personas han sido detenidas durante una manifestación para exigir la salida del poder del presidente de República Democrática del Congo, Joseph Kabila. La manifestación ha sido disperada por la Policía.
La organización prodemocrática Lucha ha convocado varias concentraciones en distintos puntos del país con el respaldo de personalidades de la oposición, pero las manifestaciones han sido duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Un portavoz policial no ha respondido a una petición de comentario sobre esta información. Las manifestaciones opositoras están prohibidas por las autoridades congoleñas desde el pasado mes de septiembre formalmente por motivos de seguridad.
La directora para África Central de Human Rights Watch, Ida Sawyer, ha informado de que su organización ha podido confirmar 57 detenciones en la ciudad de Goma (este), 24 más en la capital, Kinshasa, y decenas más en otras siete ciudades. Al menos 22 de los detenidos han sido puestos en libertad este mismo lunes. Por su parte, Amnistía Internacional ha informado de que hay más de cien detenidos.
La Oficina Conjunta de Derechos Humanos de la ONU en la RDC ha condenado ya estas detenciones. "La detención arbitraria es incompatible con el derecho a la información y el derecho a la libertad de reunión que garantizan la Constitución de la RDC", ha subrayado.
Mientras, la Asociación de Medios de Comunicación Digitales de RDC (MILRDC) ha denunciado el arresto de siete periodistas en Kinshasa que fueron posteriormente puestos en libertad. Los siete cubrían la manifestación en la capital.
CRISIS POLÍTICA
El Gobierno y parte de la oposición --a excepción de la Plataforma, la coalición más importante-- acordaron en 2016 aplazar las elecciones a pesar de que el mandato del presidente llegaba a su fin en diciembre de ese año.
Los opositores a Kabila han denunciado en numerosas ocasiones que el mandatario está aplazando los comicios de forma intencionada para mantenerse en el poder más allá de su mandato.
A finales de diciembre, el presidente se comprometió a dimitir tras las próximas elecciones, según un acuerdo de reconciliación cerrado por los distintos partidos políticos. El acuerdo obliga a Kabila a abstenerse de cambiar la Constitución para intentar presentarse de nuevo.
Sin embargo, la muerte en febrero de Etienne Tshisekedi --líder histórico de la oposición y padre del actual presidente de la Plataforma-- dejó a los rivales de Kabila seriamente debilitados en su intento de forzar que el mandatario a abandone el poder.
Estaba previsto que Tshisekedi encabezara el consejo de transición para supervisar la salida de Kabila del poder para finales de este año, en virtud del citado acuerdo de diciembre de 2016.
Finalmente, Kabila nombró recientemente como primer ministro a Bruno Tshibala pese a las protestas de la opositora Plataforma por el proceso de designación.
El pacto garantizaría el que podría ser el primer traspaso pacífico de poderes en el país africano desde la independencia, en 1960. Kabila llegó al poder en 2001, en sustitución de su padre, Laurent, que murió asesinado.
Decenas de activistas opositores murieron el año pasado y los últimos brotes de violencia hacen temer que se reproduzcan conflictos como la guerra civil de 1996-2003 que provocó millones de muertes.