MADRID 7 Ene. (EUROPA PRESS) -
Más de un centenar de militares turcos y familiares han solicitado asilo en Bélgica después de ser despedidos por el Gobierno turco en el marco de la purga de funcionarios declarada tras el intento de golpe de Estado del pasado año.
Según informa el diario belga 'La Libre Belgique', estos militares se reunieron recientemente en un apartamento de Bruselas para discutir su situación y pedir acogida a las autoridades belgas.
Entre ellos hay al menos cuarenta que estaban desplegados en la sede de la OTAN en Haren y otra veintena que trabajaban en la sede de las Potencias Aliadas en Europa en Casteau.
"El 27 de septiembre recibimos los primeros avisos de suspensiones. Seis días después nos entregaron una segunda lista, con más despidos. No nos explicaron la razón, simplemente teníamos que regresar", según explicó uno de los militares, bajo condición de anonimato. Diecinueve de nosotros regresamos. Fueron encarcelados".
Tras la intentona golpista del pasado 15 de julio, que se saldó con más de 240 muertos y unos 2.200 heridos, en Turquía fueron detenidos o suspendidos decenas de miles de militares, agentes, jueces, funcionarios públicos y docentes.
El Ministerio de Justicia turco estimaba en torno a 36.000 en noviembre el número de los detenidos. Las autoridades turcas acusaron al teólogo musulmán Fethulá Gulen, autoexiliado en EEUU, de haber organizado el amotinamiento y exigieron su extradición. Gulen ha rechazado esa acusación y propuso establecer una comisión internacional para investigar el fallido golpe de Estado.