MADRID 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de cinco millones de somalíes --más del 40 por ciento de la población-- se encuentran en situación de inseguridad alimentaria, de los cuales 300.000 son niños menores de 5 años en riesgo de padecer desnutrición aguda severa, según ha desvelado este viernes la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) en su último informe.
De acuerdo con el documento publicado este viernes, que ha sido realizado por FAO y la Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambrunas (FEWSNET, por sus siglas en inglés), la crisis humanitaria en Somalia no sólo no ha mejorado, sino que cada día empeora más.
Más de 1,1 millones de personas en Somalia se encuentran en situación de emergencia humanitaria grave y más de 3,9 millones sufren inseguridad alimentaria. Se estima que más del 58 por ciento de los somalíes que no puede cubrir sus necesidades de alimentación diariamente son desplazados internos.
La falta de alimentos se debe a la escasez de precipitaciones en la estación lluviosa este año, a la que en Somalia llaman Gu. Las precipitaciones características del Gu, esenciales para la agricultura del país, comenzaron tarde y han terminado demasiado pronto, según ha explicado FAO. La producción de cereales se ha reducido más de la mitad este año debido a la sequía y escasez de lluvias.
Otro de los principales motivos de la crisis es la violencia que ha desencadenado la insurgencia de Al Shabaab, un conflicto que ha dejado tras de sí miles de víctimas mortales. Al Shabaab, que ha llegado a controlar gran parte del territorio somalí, protagoniza una sangrienta insurgencia islamista contra el Gobierno del presidente Hasán Sheij Mohamud, que cuenta con el respaldo de la comunidad internacional.
AUMENTO DEL NIVEL DE DESNUTRICIÓN
Desde Naciones Unidas han alertado que, a pesar de que los niveles de violencia en el país han descendido notablemente en los últimos años, el número de casos de desnutrición aguda y desnutrición aguda severa ha aumentado dramáticamente. Más de 300.000 niños menores de 5 años sufren malnutrición aguda, de los cuales 50.000 se encuentran en estado crítico.
Los casos de desnutrición no sólo afectan a los menores, sino que también se han registrado altos niveles de desnutrición entre las mujeres de entre 15 y 40 años.
La inseguridad alimentaria entre los desplazados internos --ha señalado FAO-- es "particularmente preocupante", debido a su falta total de recursos.
REFUGIADOS PROCEDENTES DE DADAAB
De acuerdo con datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 29.000 somalíes han vuelto a Somalia desde el campo de refugiados de Dadaab, en Kenia, donde se encontraban para huir de la situación de violencia en su país.
El Gobierno de Kenia anunció en junio que el campamento de Dadaab, en el que residen más de 350.000 somalíes, será cerrado antes de noviembre de este año. Somalia, Kenia y ACNUR firmaron un pacto en 2013 para la repatriación voluntaria de refugiados somalíes, algunos de los cuales habían vivido en Dadaab durante décadas.
ACNUR anunció en enero su intención de repatriar a unas 50.000 personas en 2016, pero debido a las dificultades que está teniendo el Gobierno de Somalia, en parte por Al Shabaab, ha reconocido que puede que no llegue a cumplir objetivo para este año.
Del total de 29.000 somalíes procedentes de Kenia, más de 22.000 han llegado a Somalia este año, y la mayoría se encuentran en las localidades de Baidoa, Kismayo, Luuq y Mogadishu. De acuerdo con un informe de Human Rights Watch publicado en septiembre, muchos de los refugiados somalíes que vuelven a Somalia desde Dadaab han sido presionados por las autoridades kenianas y no han vuelto de manera completamente voluntaria.
DESPLAZADOS INTERNOS, POBLACIÓN DE RIESGO
Los desplazados internos, que suponen más de 1,1 millones de personas, son el colectivo que más riesgo humanitario corre. Según ha denunciado la FAO, la inmensa mayoría son víctimas de agresiones, abusos sexuales y sufren escasez de alimentos, agua potable y servicios básicos. Los desplazados suponen más del 58 por ciento de la población que sufre inseguridad alimentaria en Somalia, y más del 40 por ciento está en la capital, Mogadiscio.
La comunidad humanitaria ha denunciado en numerosas ocasiones la falta de acceso que tienen a ciertas zonas del país, que en muchas ocasiones son las más afectadas por la crisis alimentaria. Somalia se ha convertido en uno de los países más peligrosos para los trabajadores humanitarios. Entre enero y septiembre de 2016, se han registrado más de un centenar de ataques contra cooperantes que han resultado en nueve muertes.
El Plan de Respuesta Humanitaria para Somalia para el año 2016 sólo ha recibido hasta la fecha un 37 por ciento de los fondos solicitados, con los que la comunidad humanitaria internacional espera poder ayudar a unos 3,5 millones de personas.