DAKAR 15 Sep. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Más de 1,1 millones de personas han abandonado sus hogares a causa de la espiral de violencia desatada en República Centroafricana por parte de varios grupos armados, que podría perpetuar la situación de conflicto en el país, según ha alertado este viernes Naciones Unidas.
Los episodios violentos, que se desencadenaron en mayo, han obligado a unas 500.000 personas a huir a otros países y al menos a 600.000 a otras zonas dentro de las fronteras, según ha informado el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Los 'cascos azules' de la misión de la ONU en República Centroafricana y las fuerzas de seguridad nacional están desplegados en la zona intentando acabar con el conflicto, que ha desplazado al menos a una quinta parte de los habitantes del país.
"Los enfrentamientos entre los grupos armados han provocado un aumento del sufrimiento, las muertes y la destrucción" ha alertado un portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic. "Si esta violencia no conoce límite, podría revertir el progreso hacia la recuperación", ha explicado Mahecic.
Alrededor de una de cada dos personas en República Centroafricana, lo que supone una cifra de 2,2 millones, necesitan ayuda humanitaria, según ha asegurado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Sin embargo, varias agencias de ayuda humanitaria, como Médicos Sin Fronteras (MSF) y Plan Internacional, han tenido que suspender sus operaciones en el país durante los últimos meses, dado que los milicianos saquean sus instalaciones, matan a sus agentes y asaltan sus centros de salud.
República Centroafricana es uno de los países más peligrosos para los trabajadores humanitarios, que han sido atacados más de 200 veces este año, manifestó el mes pasado en declaraciones a Thomson Reuters Foundation el líder de la OCHA en República Centroafricana, Joseph Inganji.
El plan de respuesta humanitara para 2017 ha sido financiado sólo en una tercera parte, lo que supone una dotación de 148 millones de dólares (unos 123 millones de euros), en vez de los 497 millones de dólares (alrededor de 415 millones de euros) solicitados, según ha mostrado el Servicio de Seguimiento Financiero de la ONU (FTS).
"Si no se ponen más recursos a disposición del país para conocer sus necesidades, las consecuencias podrían ser desastrosas", ha concluido Mahecic.