MADRID 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este jueves de que más de 5 millones de niños se han visto afectados por el monzón en el sureste asiático, especialmente en Nepal, India y Bangladesh.
La agencia de la ONU, que está ampliando su respuesta de emergencia para dar apoyo a los niños y familias afectado, ha indicado en un comunicado que las fuertes lluvias, inundaciones y desplazamientos de tierras en esos tres países han dejado al menos 93 niños muertos y ha puesto en peligro la vida de millones de ellos.
En este sentido, UNICEF estima que más de 12 millones de personas se han visto afectadas. "Millones de niños han visto cómo sus vidas han dado un vuelco debido a las lluvias torrenciales, las inundaciones y los deslizamientos de tierra", ha aseverado la directora regional de UNICEF para Asia meridional, Jean Gough.
"Si las lluvias continúan, estas cifras aumentarán. UNICEF está respondiendo de manera urgente, trabajando con las autoridades locales y los aliados para garantizar que los niños están seguros y reciben el apoyo que necesitan", ha manifestado.
Mientras muchas zonas permanecen inaccesibles debido a los daños en las carreteras, puentes y vías de ferrocarril, las necesidades más urgentes de los niños son agua limpia, suministros de higiene para prevenir la propagación de la enfermedad, suministros alimentarios y lugares seguros para jugar en los centros de evacuación.
En India, más de 10 millones de personas --más de 4,3 millones niños-- se han visto afectadas en Assam, Bihar, partes de Uttar Pradesh y otros estados del noreste, tal y como señala el documento.
Se espera que las cifras aumenten. Solo en Assam, casi 2.000 escuelas están dañadas por las inundaciones. Algunas partes del país han sufrido fuertes lluvias e inundaciones, y otras siguen recuperándose de las altas temperaturas y la escasez de agua, que afecta a casi la mitad del país.
En Nepal, unas 68.666 personas se han tenido que desplazar temporalmente, entre ellas 28.702 niños. Según datos del Gobierno del país, 88 personas han muerto, incluidos 47 niños (15 niñas y 32 niños); hay 31 desaparecidos y 41 heridos. Cerca de 12.000 familias están desplazadas temporalmente en el centro y este del país. Sin embargo, muchas familias afectadas han comenzado a volver a sus viviendas porque las lluvias han disminuido y el nivel del agua ha bajado.
En Bangladesh, las lluvias del monzón siguen afectando a la mayor parte del país, especialmente en las zonas del centro, norte y sureste. Más de 2 millones de personas están afectadas por las inundaciones, entre ellas unos 700.510 niños. Se estima que 367.341 casas están dañadas o destruidas, y 1.866 escuelas de educación primaria se han visto dañadas por las inundaciones. Cox's Bazar, en el sureste del país --hogar de más de un millón de refugiados rohingya-- ha sufrido más lluvias de las habituales este mes.
"En toda la región, estamos viendo el impacto devastador que tienen los fenómenos meteorológicos extremos en los niños y sus familias", ha asegurado Gough. "A medida que estos fenómenos son más extremos, impredecibles e irregulares, son los niños los que pagan el precio más alto", ha añadido.
Según UNICEF, si bien no todos los fenómenos climáticos extremos son atribuibles al cambio climático, las altas temperaturas, lluvias intensas y frentes atmosféricos lentos responden a las predicciones de cómo la acción del ser humano está afectando a nivel global al clima.
El informe indica que las inundaciones amenazan la supervivencia y el desarrollo de los niños, con un impacto directo que incluye lesiones y muerte por ahogamiento.
"Más allá de estos riesgos inmediatos, las inundaciones comprometen el suministro de agua segura y dañan las instalaciones de saneamiento, incrementando el riesgo de diarrea y otros brotes de enfermedades, además de afectar el acceso de los niños a la educación", recoge.