ROMA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, no hará efectiva su dimisión hasta que los presupuestos generales hayan sido aprobados en el Parlamento por petición expresa del presidente de Italia, Sergio Mattarella, según ha anunciado este lunes el Palacio de Quirinale.
Mattarella ha recibido a Renzi para que éste le comunicara su intención de renunciar al cargo, tal y como prometió en el caso de que el 'no' se impusiera en el referéndum celebrado el domingo sobre la reforma constitucional.
Renzi ha llegado en coche al Quirinale, sede de la jefatura del Estado de Italia, acompañado por su portavoz, Filippo Sensi. Han entrado por la zona principal y han salido por la puerta trasera evitando el contacto con las decenas de periodistas que desde primera hora de la tarde estaban apostados en la plaza.
Según ha señalado la oficina de prensa de la Presidencia de la República, Renzi ha aceptado congelar su dimisión como primer ministro hasta el próximo viernes, cuando está previsto que el Parlamento apruebe los Presupuestos Generales para 2017, que en Italia se denominan Ley de Estabilidad.
"El presidente de la República, considerada la necesidad de completar el proceso parlamentario de aprobación de la ley de Presupuestos, para que no sea puesta en riesgo por un Gobierno provisional, ha pedido al presidente del Consejo retrasar su dimisión", ha señalado la nota de prensa.
Tras un Consejo de Ministros exprés, que tan sólo ha durado 20 minutos, según refiere el diario 'La Repubblica', ahora le toca al jefe de Estado Mattarella dibujar el escenario político en Italia para solventar la crisis creada con la dimisión del primer ministro. Según una nota de prensa del Palacio Chigi, Renzi ha agradecido a los miembros de su Gobierno su "espíritu de equipo".
ESCENARIOS
Ahora todas las miradas están puestas en el Presidente de la República, quien tiene la llave de la Gobernabilidad. Mattarella podría nombrar un Gobierno técnico, de transición, que gobernaría hasta las elecciones parlamentarias, previstas en principio para 2018. Algunos medios de comunicación italianos han apuntado a la posibilidad de que el jefe de Estado confíe el encargo del Gobierno transitorio hasta la convocatoria de elecciones al ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, que ha cancelado su viaje a Bruselas donde debía participar en la reunión del Eurogrupo.
Una segunda opción es que Mattarella convoque nuevas elecciones anticipadas como pide gran parte de la oposición.
Desde Milán, el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, ha reclamado nuevamente que Italia vaya a las urnas cuando antes. En este sentido, se ha posicionado en contra de un Gobierno "impuesto desde lo alto" que pongan sobre la mesa un ejecutivo técnico nombrado por la Unión Europea, una solución política ya vista en Italia, o un Gobierno encabezado por algún miembro relevante del Partido Democrático. "El año 2017 será el año de los pueblos. Vayamos al voto, con cualquier ley electoral", ha señalado.
Precisamente una de las claves que deberán ser resueltas antes de convocar elecciones en Italia es la ley electoral porque en estos momentos la nueva (Italicum) se refiere sólo a la Cámara de Diputados, pero no al Senado. Por lo tanto, la condición para que se geste un nuevo Gobierno es que se valide una ley electoral aprobada ya por el Tribunal Constitucional que pudiera regular la celebración de nuevas elecciones.
También ha reclamado elecciones anticipadas el líder del Movimiento 5 Estrellas, el cómico Beppe Grillo, uno de los principales defensores del 'No' en el referéndum constitucional, que ha propuesto que se use la ley electoral, al menos para la Cámara de Diputados, aprobada por Renzi, que hasta ahora criticaba. "Los italianos tienes que ser llamados a las urnas lo más pronto posible. La manera más rápida y concreta para ir a votar es ir con una ley que ya existe: Italicum", ha escrito Grillo en su blog. "Hemos criticado siempre esta ley --ha proseguido-- pero estos partidos harían cosas peores y se pasarían los años legitimando la toma de poder de un Gobierno técnico estilo (Mario) Monti".
Sin embargo, la oposición está dividida. Forza Italia, el partido que engloba el centro derecha y que lidera el ex primer ministro Silvio Berlusconi, estaría dispuesto a prospectar un nuevo ejecutivo de transición sin Renzi. Así, ha se ha puesto a disposición del resto de fuerzas de políticas para negociar una nueva ley electoral sin pasar por elecciones anticipadas.
Mientras tanto, la situación en el Partido Democrático es más bien complicada y en torno a la figura de Renzi saltan varios interrogantes. No se sabe si la dimisión de Renzi como primer ministro será extendida también a su función como secretario del partido o si tendrá un papel relevante en la designación del hombre que deberá tratar de formar Gobierno. De momento, la dirección del Partido Democrático ha fijado la reunión en la que se analizará la situación política italiana y el futuro de Renzi como líder del partido socialdemócrata para el próximo miércoles 7 de diciembre a las 15:00.
La fecha es importante de la hipotética convocatoria de elecciones es también muy significativa. En verano ya habrán pasado los dos grandes eventos de relevancia internacional que tendrán lugar en Italia. Está previsto que se celebre la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno del G-7 los días 26 y 27 de mayo en la ciudad siciliana de Taormina. Además, en marzo de 2017 se conmemorarán los Tratados de Roma, firmados el 25 de marzo de 1957, que son dos de los tratados que dieron origen a la Unión Europea.
EUROPA PIDE "CALMA"
Mientras tanto, desde Europa se llama a la calma. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, recalcó que Italia es la tercera economía de la zona euro y que se trata de un país "muy comprometido en Europa". Ante la pregunta de si el revés político de Renzi podría hacer descarrilar el frágil equilibrio de la eurozona, la respuesta desde las instituciones europeas ha sido un no rotundo. Moscovici se mostró confiado en que Italia sabrá afrontar "la inestabilidad política" y afirmó que, en términos económicos, es un país "extremadamente estable". "Es un país sólido, con autoridades sólidas y tengo confianza en Italia para afrontar esta situación", afirmó.
En esta línea se expresó también el titular de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, quien advirtió que "no hay ninguna razón para hablar de una crisis del euro". "Italia necesita urgentemente un gobierno capaz de actuar", agregó.
La canciller alemana, Angela Merkel, una de las principales aliadas de Renzi en Europa se mostró "triste" ante la derrota del referéndum. "Estoy triste porque el referéndum en Italia no salió como el primer ministro deseaba porque siempre he apoyado sus políticas de reforma pero por supuesto se trata de una decisión interna italiana que debemos respetar", declaró desde la ciudad de Essen, donde se está celebrando el congreso de su partido.
Sin embargo, a nadie se le escapa la posibilidad de que tras la era Renzi aparezca un Gobierno anti-europeista como se autodefine el Movimiento Cinco Estrellas. En esa línea que convence a los electores más euroescépticos está la extrema derecha de Geert Wilders en Países Bajos o de Marine Le Pen en Francia.
La líder de la ultraderecha gala celebró públicamente la victoria del No. "Los italianos rechazaron a la UE y a Renzi. ¡Esta sed de libertad para las naciones y de protección debe ser escuchada!", manifestó en su cuenta de Twitter. Por su parte, el presidente francés, François Hollande, expresó su "respeto" por la decisión de Renzi y deseó que Italia "encuentre en sí misma los recursos para superar esta situación".