BRUSELAS 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, han defendido el despliegue de más fuerzas militares aliadas en Afganistán para evitar la vuelta al "caos" en el país y han avisado de que el coste de abandonar el país sería "mayor" durante una visita sorpresa en Kabul para discutir la nueva estrategia de Washington para atajar la amenaza terrorista en toda la región.
"Estamos aquí para apoyar Afganistán porque la inestabilidad en el sur de Asia y el extremismo que cultiva pone en riesgo a todos los países, así como a la gente de Afganistán", ha avisado el jefe del Pentágono en rueda de prensa en Kabul.
Mattis ha alertado de "la creciente colusión, del trabajo en equipo entre distintos grupos terroristas" en la región, incluidos los talibán y Estado Islámico y ha defendido que la nueva estrategia para el sur de Asia de la Administración de Donald Trump, que implica el despliegue de unos 3.000 militares estadounidenses más en Afganistán, supone una nueva oportunidad para implicar a "todos" los países de la región en la lucha contra el terrorismo, incluido Pakistán.
El jefe del Pengátono ha justificado el "compromiso renovado" con Afganistán por las "preocupaciones de seguridad compartidas" y ha rechazado dar "cifras específicas" del número de militares estadounidenses adicionales y de otros países que se prevén desplegar en Afganistán.
Pero ha insistido en que permitirá dar a las fuerzas afganas una ventaja mayor frente a los talibán y ha precisado que los refuerzos estadounidenses permitirán "tener más asesores" para "acompañar a las unidades afganas", más "más instructores en las escuelas militares", más apoyo aéreo de la OTAN.
Stoltenberg ha respaldado la nueva estrategia estadounidense y ha explicado que se trata de reforzar las fuerzas especiales afganas y sus capacidades aéreas y de mando y control. "Estoy absolutamente convencido de que los aliados europeos apoyarán la nueva estrategia de EEUU no solo con palabras sino también con hechos", ha remachado, insistiendo en que el despliegue de más militares redunda en la seguridad "propia" de los aliados.
"Sabemos el coste de quedarnos en Afganistán, pero el coste de abandonar seria todavía más alto. Si las fuerzas de la OTAN se van demasiado pronto, hay riesgo de que Afganistán pueda volver a un estado de caos o convertirse de nuevo en un santuario para el terrorismo internacional", ha avisado el noruego, que ha insistido en la necesidad de evitar un nuevo 11-S. "No podemos permitir que esto ocurra de nuevo", ha dicho.
Stoltenberg también ha alertado de que una salida de Afganistán podrían provocar "más inestabilidad en la región, incluido la huida de refugiados que buscan la seguridad en Europa". *"Estos riesgos para nuestra propia seguridad, sociedades y credibilidad son demasiado altos y serian devastadores para el pueblo afgano", ha dicho.
"Las fuerzas afganas continúan asumiendo el liderazgo (en el combate), como deben", ha precisado Mattis, al tiempo que ha dejado claro que las fuerzas aliadas seguirán haciendo "todo lo humanamente posible" para "evitar" víctimas civiles, al ser preguntado por el impacto en la flexibilización de las normas de combate autorizadas por Washington. "No somos perfectos, pero somos los buenos", ha defendido.
"No habrá vuelta a un papel de combate para la OTAN ni para Estados Unidos. La función es asesorar, entrenar y asistir", ha agregado en la misma rueda el presidente afgano, Ashraf Ghani.
ATAQUE EN KABUL
Tanto Mattis como el secretario general de la OTAN han calificado de "crimen" el ataque con cohetes perpetrado horas después de su llegada al país contra el aeropuerto internacional de Kabul, sin que haya constancia de víctimas mortales ni heridos.
"Un ataque contra un aeropuerto internacional, en cualquier parte del mundo, es un acto criminal de terroristas. Está dirigido contra personas inocentes", ha denunciado Mattis. ""No abandonaremos Afganistán a un enemigo sin piedad, que intenta llegar al poder matando", ha remachado el jefe del Pentágono.
"Nuestras fuerzas especiales están resolviendo esto. Atacar objetivos civiles es una señal de debilidad, no fortaleza", ha avisado el presidente afgano, algo con lo que ha coincidido Stoltenberg, que también ha tachado de "acto criminal" y "de terrorismo" el ataque contra el aeropuerto de Kabul.
"Subraya por qué continuaremos entrenando, asistiendo y asesorando" a las fuerzas afganas, ha avisado Stoltenberg, admitiendo que todavía hay "mucha violencia, mucha inestabilidad y mucha corrupción" en Afganistán.