LONDRES 11 May. (Reuters/EP) -
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, ha transmitido al primer ministro turco, Binali Yildirim, este jueves en Londres que el Gobierno norteamericano está comprometido en la defensa de su seguridad, tras las quejas del Ejecutivo de Ankara por su decisión de suministrar armas a los milicianos kurdos sirios.
El jefe del Pentágono ha trasladado este mensaje al 'premier' turco durante la reunión que ambos han mantenido este jueves durante unos 30 minutos en la capital británica, donde ambos han participado en una conferencia sobre Somalia. "El secretario ha reiterado el compromiso de Estados Unidos con la protección de nuestro aliado de la OTAN", ha contado en un comunicado Dana White, portavoz del Pentágono.
Este encuentro ha sido el de más alto nivel que han mantenido ambos países desde que el Gobierno estadounidense anunció el martes que el presidente del país, Donald Trump, ha dado 'luz verde' al suministro de armas para los milicianos kurdos sirios de las Unidades de Protección Popular (YPG) para impulsar su papel en la ofensiva para arrebatar a Estado Islámico la ciudad de Raqqa.
Mattis ya dijo el miércoles que Estados Unidos resolvería las rensiones con Turquía por su decisión de armar a los milicianos kurdos sirios. "Resolveremos cualquiera de sus preocupaciones", afirmó el general retirado que dirige el Pentágono.
El Gobierno turco ha manifestado su malestar por la decisión de Trump por considerar que las YPG están vinculadas con los milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y por desconfiar de la posibilidad de que un grupo de combatientes kurdos acabe tomando una ciudad tan importante como Raqqa en el norte de Siria, cerca de su frontera.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, criticó el miércoles la decisión de Washington y reclamó que cancele el suministro de armas a los milicianos de las YPG. El mandatario resaltó que la lucha contra Estado Islámico "no debe ser llevada a cabo con la ayuda de otra organización terrorista", en referencia a las YPG.
Turquía teme que los avances conseguidos por las YPG en el norte de Siria alimenten la insurgencia del PKK, que lleva más de tres décadas atacando a las fuerzas de seguridad turcas. La guerra entre el PKK y el Gobierno turco ha acabado con la vida de más de 40.000 personas desde 1984.