LONDRES, 22 May. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha pedido este miércoles a los diputados de la Cámara de los Comunes que respalden el "nuevo acuerdo del Brexit" que prevé someter a votación a principios de junio, toda vez que un nuevo 'no' provocaría "división y bloqueo".
"Nos arriesgamos a crear una mayor división cuando lo que necesitamos es actuar juntos por el interés nacional", ha declarado May en la Cámara, un día después de esbozar una nueva iniciativa con la que intenta lograr el apoyo necesario tanto de la bancada conservadora como de la laborista. "Nuestro trabajo es tomar decisiones, no esquivarlas", ha remachado.
May ha anunciado que el texto íntegro de la Ley del Acuerdo de Retirada verá la luz el viernes, aunque ya ha esbozado algunas ideas como la inclusión de compromisos explícitos para que los diputados puedan pronunciarse sobre cuestiones espinosas, entre ellas la posibilidad de un segundo referéndum o una unión aduanera temporal.
Quienes quieran un segundo referéndum ha advertido, "necesitan un acuerdo" para que puedan pronunciarse al respecto, un requisito que no ha gustado al principal líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, que ya ha avanzado que votará 'no' a la nueva propuesta.
Según Corbyn, "nadie" se dejará engañar por esta estrategia de May, a la que ha echado en cara que intente vender como algo nuevo un texto que es "poco más que una versión renovada de su acuerdo". "La retórica puede haber cambiado, pero el acuerdo no", ha advertido el líder laborista.
EL FUTURO DE MAY
El debate político en torno al Brexit se desarrolla paralelamente a otro sobre el futuro de May, que se ha comprometido a abandonar el cargo una vez concluya el proceso de divorcio. El último plazo aceptado por la UE marca como ultimátum el 31 de octubre, aunque Reino Unido podría abandonar antes el bloque si concluye la ratificación del acuerdo.
May ha reconocido este miércoles que "en su momento" otra persona ocupará su cargo actual, mientras que Corbyn ha aprovechado su debilidad para avisarle de que ningún diputado laborista dará la cara por una primer ministra "a la que le quedan días en el puesto".