LONDRES, 17 Ene. (EUROPA PRESS) - La primera ministra británica, Theresa May, ha dejado claro que Reino Unido ha tomado la decisión de abandonar la UE y por tanto lo que quiere es un acuerdo que sea ventajoso y en ningún caso seguir siendo un "miembro parcial" del bloque, aunque esto suponga renunciar a formar parte del mercado único. En su esperado discurso para exponer las prioridades que se ha fijado su Gobierno para la negociación del Brexit con la UE, May ha asegurado que quiere que "Reino Unido emerja de este periodo de cambio más fuerte, justo, más unido y mirando hacia delante más que nunca". El que los británicos optaran por abandonar la UE no quiere decir, ha asegurado la primera ministra, que "queramos alejarnos de nuestros vecinos y amigos" ni tampoco es "un intento de dañar a la UE" o un rechazo de los valores compartidos. Así, ha sostenido que "seguiremos siendo socios fiables, aliados dispuestos y estrechos amigos. Queremos comprar vuestros productos, venderos los nuestros, comerciar con vosotros lo más libremente posible, y trabajar unos con otros para asegurarnos de que todos estamos más seguros y somos más prósperos mediante una amistad continuada". Pero para ello, lo que busca Reino Unido es "una nueva alianza en pie de igualdad, entre un Reino Unido independiente, autogobernado y global y nuestros amigos y aliados en la UE". Según ha explicado, no quiere que su país sea "un miembro parcial" o que goce de un acuerdo de asociación o "algo que nos con un pie dentro y otro fuera". "No buscamos adoptar un modelo del que ya gozan otros países", ha puntualizado, descartando que se pueda usar para Reino Unido el modelo de relación que la UE mantiene con otros socios. "Reino Unido está dejando la Unión Europea. Mi trabajo que conseguir el acuerdo correcto para Reino Unido mientras lo hacemos", ha asegurado May, antes de pasar a desgranar sus prioridades en el proceso de negociación. FUERA DEL MERCADO ÚNICO La primera ministra ha reconocido que sus planes conllevan que Reino Unido no podrá seguir siendo parte del mercado único. "Lo que estoy proponiendo no puede significar ser parte del mercado único", ha señalado, incidiendo en que si el país siguiera dentro de él ello supondría "no salir de la UE". "En lugar de ello, buscamos el mayor acceso posible (al mercado único) mediante un acuerdo de libre comercio integral, valiente y ambicioso", ha expuesto May, explicando que "dicho acuerdo podría asumir elementos de las actuales disposiciones del mercado único en algunas áreas". En este sentido, ha apostado por lograr "el mayor acceso posible al mercado único sobre la base de la reciprocidad plena" y ha aclarado que dado que Reino Unido no formará parte del mismo, no tendrá por qué seguir haciendo grandes contribuciones a las arcas europeas, aunque no ha descartado algunos desembolsos para acceder a determinados programas. "Quiero suprimir cuantas más barreras al comercio posibles y quiere que Reino Unido sea libre de establecer sus propios programas de tarifas en la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que significa que podemos llegar a nuevos acuerdos comerciales no solo con la UE sino con viejos amigos y nuevos aliados de fuera de Europa también", ha defendido. La jefa de Gobierno británica ha propuesto un acuerdo de transición flexible para Reino Unido en su salida del bloque, con distintos plazos para distintos aspectos. En opinión de May, "un proceso de implementación por fases" sería beneficioso tanto para su país para la UE, si bien ha dejado claro que dicha transición no puede ser indefinida. VOTO EN EL PARLAMENTO Asimismo, la primera ministra ha adelantado que el acuerdo final será sometido a votación en el Parlamento británico, asegurando que tratará de que el proceso de negociación sea sometido al escrutinio adecuado. "Puedo confirmar que el Gobierno someterá el acuerdo final que se alcance entre Reino Unido y la UE a una votación en ambas cámaras del Parlamento antes de que entre en vigor", ha afirmado. Por otra parte, ha asegurado que Reino Unido seguirá cooperando con sus socios europeos en materias como el terrorismo o asuntos exteriores, y se ha mostrado confiada en que la mayoría de los socios de la UE quieren mantener una relación positiva con Londres tras su salida del bloque. "Debo dejar claro que Reino Unido quiere seguir siendo un buen amigo y vecino de Europa", ha afirmado. "Algunas voces llaman a un acuerdo punitivo, que castigue a Reino Unido y desanime a otros países de seguir la misma senda", ha añadido, advirtiendo de que "eso sería un acto calamitosamente dañino para los países europeos y no un acto de un amigo". Así las cosas, tras rechazar este enfoque, ha dejado claro que "no tener un acuerdo para Reino Unido es mejor que un mal acuerdo para Reino Unido".