LONDRES, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha confesado este jueves que se le cayeron algunas lágrimas cuando se confirmó que el Partido Conservador había perdido la mayoría parlamentaria en las elecciones celebradas el pasado 8 de junio, que adelantó, precisamente, con la intención de aumentar el poder de los 'tories' en Westminster.
May ha contado, en una entrevista concedida a BBC, que fue su marido quien le comunicó los resultados electorales. "Me llevó unos minutos asumir lo que me estaba diciendo (...) Me sentí completamente devastada (...) porque pensé que los resultados iban a ser mejor de lo que fueron", ha indicado. "Se me cayó una pequeña lágrima", ha confesado.
La jefa de Gobierno ha asegurado que "no vio venir" el resultado electoral porque, si bien "la campaña no fue perfecta", ya que estuvo salpicada por una serie de atentados, esperaba que el mensaje del Partido Conservador calara en los votantes británicos.
Interrogada sobre si se arrepiente de haber anticipado la cita con las urnas, la líder conservadora ha sostenido que no, explicando que aún cree que era necesario para fortalecer al Gobierno de cara al inicio de las negociaciones con la Unión Europea sobre el Brexit.
May, cuya continuidad en el cargo está en duda desde el 8 de junio, ha subrayado que "todavía queda mucho trabajo por hacer como primera ministra". "Quiero ponerme a trabajar para hacer que las vidas de la gente cambien para mejor", ha apostillado.
Los comicios legislativos dejaron a los 'tories' con 22 escaños menos que se traducen en una mayoría simple. May ha cerrado un acuerdo con los unionistas norirlandeses, que cuentan con diez asientos, para sacar adelante las propuestas normativas del Gobierno.