La primera ministra informará este martes a los diputados de los últimos avances en las conversaciones
LONDRES, 11 (EUROPA PRESS)
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha respondido por carta a las demandas planteadas por el líder laborista, Jeremy Corbyn, para acercar posturas en torno al Brexit y, aunque el tono es en general conciliador, ha reiterado su rechazo a plantear una unión aduanera por considerar que lastraría la capacidad británica de negociar por su cuenta.
"Es bueno ver que estamos de acuerdo que Reino Unido debe abandonar la Unión Europea con un acuerdo y que lo urgente es cerrar un acuerdo que respete nuestros compromisos con Irlanda del Norte, obtenga el apoyo del Parlamento y sea negociado con la UE, no unas elecciones o un segundo referéndum", ha esgrimido May en su misiva.
Corbyn había puesto negro sobre blanco cinco demandas, entre ellas una unión aduanera "permanente y completa" que daría a Londres potestad para pronunciarse sobre futuros acuerdos a los que pudiese llegar el bloque. El líder opositor también plantea una cercanía al mercado único, así como garantías en materia derechos y protección de trabajadoras.
"No tengo claro por qué crees que sería mejor tener voz en futuros acuerdos comerciales de la UE que contar con la capacidad de negociar los nuestros propios", ha respondido May, quien considera que la Declaración Política que esboza las futuras relaciones ya contempla "explícitamente" los beneficios de una unión aduanera y da vía libre a Londres para adoptar una política comercial independiente.
Asimismo, ha señalado que un intercambio comercial lo más laxo posible fue "uno de los objetivos clave en las negociaciones", si bien ha recordado que la postura de la UE siempre ha sido que una relación "completamente sin trabas" solo es posible "si Reino Unido sigue en el mercado único". "Esto implicaría aceptar la libertad de movimiento, algo que el Partido Laborista ya dejó claro que no apoyaría en su programa electoral de 2017", ha añadido May.
La 'premier' británica espera poder reunirse "cuanto antes" con Corbyn para seguir acercando posturas, por ahora irrenconciliables a tenor de las distintas reivindicaciones que plantea cada parte. El tiempo corre en contra de Reino Unido, que salvo un aplazamiento 'in extremis' saldrá de la UE el 29 de marzo, con o sin acuerdo.
El Gobierno británico, forzado por el Parlamento tras el abrumador rechazo al actual Tratado de Retirada, intenta ahora renegociar este texto, a pesar de que los principales líderes europeos ya han dejado claro --incluso en reuniones con May la semana pasada-- que no abrirán el acuerdo para reescribir la salvaguarda planteada para la frontera irlandesa ('backstop' en la jerga comunitaria).
Downing Street ha confirmado este lunes que la primera ministrá hablará el martes ante la Cámara de los Comunes para informar de los últimos contactos, con vistas a un debate más amplio que tendrá lugar el jueves, según la agencia Reuters. El Parlamento británico es a día de hoy el principal escollo para el proceso de ratificación.