MADRID, 15 May. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha expresado este miércoles su confianza en que los parlamentarios aprueben el proyecto de Acuerdo de Retirada que será presentado en junio para materializar el Brexit.
"Estoy segura de que cuando los parlamentarios lo analicen y vayan a votar, reconocerán que tenemos un deber en el Parlamento para responder ante los resultados del referéndum y materializar el Brexit", ha dicho.
Así, ha resaltado que este proyecto "garantiza los derechos de los ciudadanos" de los países de la Unión Europea (UE) y de Reino Unido, así como "un Brexit ordenado", según ha recogido la cadena de televisión británica BBC.
May ha manifestado además que este proyecto supondrá el fin del envío de dinero británico al bloque, el fin de la libertad de movimiento y la recuperación del control de las fronteras y las leyes por parte de las autoridades de Reino Unido.
El Gobierno del país ya ha avisado de que será la cuarta y última vez que lo someta a votación. El Ejecutivo de Theresa May ya ha acumulado tres fracasos parlamentarios a cuenta de un acuerdo que en Bruselas ya han dejado claro que no renegociarán.
Downing Street confirmó el martes que la Ley del Acuerdo de Retirada será sometida de nuevo a votación "en la semana que arranca el 3 de junio". "Es imperativo que lo hagamos si Reino Unido va a abandonar la UE antes del receso parlamentario de verano", ha aseguró la oficina de May tras una nueva ronda de contactos con los laboristas.
De ellos depende que la ley salga adelante, en la medida en que los conservadores siguen divididos sobre cuál debería ser la salida a la actual crisis. El diputado Owen Paterson ya ha advertido este miércoles de que los 'tories' euroescépticos volverán a decir 'no' al acuerdo.
Paterson ha argumentando en la BBC que no hay ningún cambio en lo "esencial" del acuerdo, tachando por ejemplo de "inaceptable" que Reino Unido pueda regirse por leyes que le dicten los 27 países del bloque.
Parte de las dudas subyacen en la situación en que quedaría el país si se aplica la salvaguarda de emergencia en el límite entre Irlanda e Irlanda del Norte para evitar la llamada 'frontera dura'.
Fuentes del Gobierno citadas por la radiotelevisión pública han señalado que la de junio será la última oportunidad parlamentaria para dar luz verde al texto, es decir, que no habrá una quinta opción. En este sentido, un nuevo 'no' implicaría ya optar por un divorcio abrupto o por paralizar todo el proceso para que Reino Unido siguiese formando parte de la UE.
Un portavoz laborista ha puesto en duda la "credibilidad" de los compromisos a los que pueda llegar el Gobierno por los llamamientos a "reemplazar" a la primera ministra.
No obstante, ha pedido un "nuevo movimiento" al Ejecutivo para poder acercar posturas, aunque desde el gabinete ya han dejado claro que la permanencia en la unión aduanera no es una de las opciones que están encima de la mesa.
Reino Unido tiene ahora de plazo hasta finales de octubre para completar la ratificación del acuerdo de retirada, razón por la cual el 23 de mayo los británicos estarán llamados de nuevo a las urnas para elegir a sus representantes en el Parlamento Europeo. El Ejecutivo de May confía en que estos eurodiputados no lleguen a tomar posesión de sus escaños.