BIRMINGHAM (REINO UNIDO), 5 (Reuters/EP)
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha insistido en la necesidad de "introducir un cambio" y darle un nuevo enfoque al Gobierno británico para que éste se encuentre a disposición de la clase trabajadora que votó a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
La mandataria británica, que pasó a estar al frente del Gobierno después de que el ex primer ministro David Cameron dimitiera por los resultados obtenidos en el referéndum sobre el 'Brexit' que tuvo lugar el 23 de junio, ha roto con el pasado de su partido y ha explicado su nueva visión del país.
A principios de esta semana, May tranquilizó al ala euroescéptica del Partido Conservador al hacer hincapié en la necesidad de destacar la soberanía de Reino Unido y el control sobre la inmigración en el marco de las negociaciones sobre el 'Brexit'.
En un intento por lograr que la formación conservadora se desprenda de esa imagen de "partido asqueroso que protege a los ricos en detrimento de los pobres", tal y como lo ha denominado, la primera ministra ha instado recientemente a los miembros de su partido a dirigirse a los millones de votantes laboristas que mostraron estar en contra de la permanencia de Reino Unido en el bloque comunitario.
"Así que si eres alguien que gana una fortuna pero no cuidas de tus empleados, si eres un director que gana dividendos masivos mientras sabe que la compañía se va a hundir, te estoy advirtiendo. Esto no puede seguir sucediendo", ha indicado la mandataria en lo que ha sido observado como una clara alusión al empresario Philip Green, que vendió la textil BHS en 2015.
Las declaraciones de May difieren en gran medida de las de Cameron, que fue criticado en reiteradas ocasiones por proteger a los "ricos y poderosos". "Tenemos un gran plan para construir un nuevo país y una agenda para formar un conservadurismo moderno que entiende todo lo bueno que puede realizarse a través del Gobierno, que actuará siempre a favor de la clase trabajadora y nunca dudará en dejar caer a los poderosos si estos abusan de su posición privilegiada", ha aseverado May.
VOTANTES LABORISTAS
Los asesores de la primera ministra han informado de que May está dispuesta a hacer frente a los millones de británicos, especialmente en el norte de Inglaterra, que votaron contra el 'establishment' en el referéndum.
May ha señalado que con el Partido Laborista claramente dividido desde la reelección de Jeremy Corbin es el momento de hacerse con la etiqueta de "formación de los trabajadores". "Dejemos de tener esa absurda creencia de que los laboristas poseen el monopolio de la compasión. Han perdido el derecho a llamarse a sí mismos el partido del Servicio Nacional de Salud, el partido de los trabajadores o el partido de los funcionarios", ha manifestado.
Desde que May fue elegida, los conservadores se han adelantado a los laboristas ocho puntos porcentuales, según algunas encuestas, que señalan un aumento de su popularidad. Algunos críticos, sin embargo, han insinuado que la mandataria simplemente se encuentra viviendo una "luna de miel" política.
"El cambio tiene que producirse. Si no respondemos, si perdemos esta oportunidad de ofrecer a la gente el cambio que quieren, el resentimiento y las divisiones crecerán, y eso sería un desastre para Reino Unido", ha zanjado May.