Theresa May
REUTERS / TOBY MELVILLE
Actualizado: lunes, 6 noviembre 2017 16:24

El líder laborista subraya que todos tienen que actuar para evitar el acoso y defender a las víctimas

LONDRES, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

La primera ministra británica, Theresa May, ha pedido este lunes que "una nueva cultura del respeto" en Reino Unido, tras el escándalo generado por las acusaciones de acoso sexual contra líderes políticos británicos.

"Tenemos que establecer una nueva cultura del respeto en el centro de nuestra vida pública", ha asegurado la jefa del Gobierno británico, un discurso ante la Confederación de Industria Británica (CBI), según informa la BBC.

Una nueva cultura de respeto, ha dicho, en la que todos los ciudadanos puedan sentirse "confiados" en que trabajan en un entorno "seguro" en el que las quejas se analizan "sin prejuicios" y las "víctimas saben que estas quejas serán investigadas adecuadamente".

Los partidos políticos, ha reconocido May, "no siempre han cumplido este derecho en el pasado". "Pero estoy determinada para que así sea en el futuro", ha subrayado la 'premier' británica. May tiene previsto reunirse con otros líderes políticos para discutir la puesta en marcha de un procedimiento de quejas en el Parlamento. "Aquellos que trabajen para parlamentarios no deberían tener que navegar por diferentes sistemas de partido dependiendo de su afiliación política", ha señalado May.

La primera ministra ha dicho que lo que se ha revelado durante las últimas semanas ha sido "profundamente problemático" y ha llevado a un "importante malestar público". "Los hombres y las mujeres deberían poder trabajar libres de amenazas o miedos al acoso, el abuso o la intimidación", ha precisado. May ha asegurado que, "durante demasiado tiempo", "los poderosos han podido abusar de su poder y sus víctimas no han podido denunciar".

Por su parte, el líder laborista, Jeremy Corbyn, ha afirmado en la misma conferencia que todos los ciudadanos, incluidos los empresarios, tienen el "deber de actuar" frente a las acusaciones de acoso sexual.

"Tales abusos, el sexismo y la misoginia, están tristemente muy alejados de estar confinados en Hollywood y los pasillos de poder pero están también muy generalizados en nuestras escuelas y universidades, en nuestras empresas y centros de trabajo, en nuestros diarios y en nuestras pantallas de televisión. Está todo cerca de nosotros", ha afirmado.

Corbyn ha hecho hincapié en que la situación tiene que cambiar y el mundo empresarial tiene "un papel esencial que interpretar". "Todos ustedes deben mirarse a conciencia, como lo estamos haciendo en el Partido Laborista, para ver cómo sus procesos y procedimientos se pueden mejorar. Para ver cómo puede ser más fácil para las mujeres denunciar y para las víctimas tener el apoyo que se merecen por derecho", ha subrayado.

El mensaje de May y de Corbyn llega en medio del escándalo generado por las acusaciones de acoso sexual contra líderes políticos británicos, una crisis que ha provocado la salida del Gobierno del ministro de Defensa, Michael Fallon.

El domingo, el parlamentario conservador Chris Pincher presentó su dimisión como coordinador del grupo parlamentario de los 'tories' tras acusaciones por comportamiento inadecuado.

Pincher además se entregó a la Policía y a la comisión de quejas del Partido Conservador después de que los periódicos informaran de las acusaciones por su supuesto acoso a una activista del partido en 2001.

La renuncia de Pincher llega días después de la dimisión de Michael Fallon como ministro de Defensa tras las quejas sobre su comportamiento y después de la apertura de una investigación de la Oficina del Gobierno sobre la conducta del primer secretario de Estado, Damian Green.

Además, el parlamentario por Dover Charlie Elphicke, que niega cualquier comportamiento inadecuado, ha sido suspendido del Partido Conservador después de que se presentaran ante la Policía "graves acusaciones" en su contra y otros los parlamentarios 'tories' Stephen Crabba, Dan Poulter y Daniel Kawcynski serán investigados por la comisión disciplinaria de la formación tras las acusaciones en su contra.

Por su parte, el Partido Laborista ha suspendido a un parlamentario, Kelvin Hopkins por una denuncia de una activista que asegura que le sometió a tocamientos en 2004 y está analizando una queja contra Clive Lewis por motivos similares.

La formación ha puesto en marcha una comisión de investigación independiente después de que la activista laborista Bex Bailey denunciara que fue violada en una fiesta del partido en 2011 y que un alto cargo le pidió que no denunciara lo sucedido.

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