LONDRES, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha asegurado que el "objetivo absoluto" de su Gobierno sigue siendo que el país salga de la UE el 29 de marzo, en respuesta a la dimisión de un viceministro que ha criticado la posibilidad del aplazamiento planteada esta semana por la propia 'premier'.
El diputado George Eustice, viceministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha expresado en un comunicado su malestar por el reciente anuncio de May, que propuso ante los diputados un aplazamiento del Brexit si el Tratado de Retirada sufría una nueva derrota y no había una mayoría a favor de un divorcio sin acuerdo.
"Temo que los acontecimientos de esta semana deriven en una secuencia de acontecimientos que culminen con la UE dictando los términos de cualquier extensión solicitada y la humillación final de nuestro país", ha advertido Eustice, en una carta publicada este jueves por varios medios y en la que ha defendido que quiere ser "libre" en el debate en ciernes.
En este sentido, ha asegurado que el Gobierno de May "no puede negociar con éxito el Brexit" si no está preparado para "cruzar la puerta". "Debemos estar dispuestos a encararnos con la UE aquí y ahora. La ausencia de un acuerdo también supone riesgos y costes para ellos", ha señalado el legislador.
Eustice, que ha acusado a los líderes europeos de complicar de forma "deliberada" el diálogo para hacerlo "lento y difícil", ha planteado que, en caso de un Brexit sin acuerdo, sería la UE quien buscaría "un periodo de transición informal de nueve meses en muchas áreas" y que, en este contexto, seguirían las conversaciones entre las partes.
May ha respondido a esta dura carta reiterando su voluntad de cumplir los plazos previstos: "Nuestro objetivo absoluto debería ser la obtención de un acuerdo que pueda lograr el apoyo del Parlamento y salir (de la UE)el 29 de marzo".
Para ello, ha apuntado la primera ministra, la Cámara de los Comunes debe "honrar el resultado del referéndum" y respaldar un acuerdo que de "certidumbre" tanto a empresas como ciudadanos, según la misiva remitida como respuesta a Eustice y difundida por Downing Street.