MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
El porte y uso de armas sigue generando el rechazo de la mayoría de la población en Brasil, también entre los seguidores del actual presidente, Jair Bolsonaro, pese a los intentos del mandatario para relajar las restricciones en vigor.
Sólo el 30 por ciento de las personas entrevistadas en una encuesta de la firma Quaest creen que las leyes que facilitan la compra, la tenencia y el uso de armas conlleva más seguridad ciudadana, un porcentaje equivalente a quienes quieren tener un arma para defenderse.
En cambio, el 75 por ciento de los encuestados creen que quienes están armados pueden verse involucrados con más facilidad en tiroteos, proporción que sigue siendo mayoría si se examina sólo a los votantes de Bolsonaro, si bien el dato cae al 61 por ciento.
Asimismo, el 64 por ciento de las 2.000 personas entrevistadas para este sondeo sienten miedo si hay cerca de ellos una persona con arma y el 81 por ciento se sienten inseguros si su vecino está armado, informa el diario 'Estadao'.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil dictaminó el martes que portar armas estará prohibido en las inmediaciones de los centros de votación durante los próximos comicios, en una decisión inédita. Bolsonaro se juega su reelección en esa cita ante el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en los sondeos.